Cavos Beach House

María y su marido fueron increíblemente amables y acogedores con mis dos amigas y conmigo durante nuestra estancia. Incluso se aseguraron de que nos dieran pequeños descuentos en algunos de los restaurantes más caros y nos dieron papel higiénico extra cuando se nos acabó. Decía que el wifi era gratuito "en las zonas comunes", pero María nos dio la contraseña enseguida y nos encantó ver que llegaba bien a nuestro apartamento, ¡así que no tenía coste! El apartamento (de dos habitaciones) en el que nos alojamos era precioso y estaba muy bien cuidado, con tres balcones, lo cual era increíble, y mucho espacio de almacenamiento. Los electrodomésticos de la cocina funcionaban a la perfección y los secadores de pelo eran buenos y potentes, algo diferente a otros lugares en los que nos hemos alojado antes. Las guirnaldas de luces que rodeaban los árboles de la entrada fueron un detalle encantador, y los faroles que a veces adornaban el camino de acceso al edificio le daban un aire mágico al lugar. Sin embargo, ten en cuenta que en algunos sitios web puede aparecer Cavos Beach House como con piscina y bar. Sin embargo, este no es el caso. Por suerte, hay una piscina preciosa a menos de 10 segundos de los apartamentos y pudimos quedarnos allí todo el día si comprábamos un par de copas (¡y muy baratas!). Además, la playa está a pocos minutos a pie. El apartamento también estaba a 5-10 minutos a pie de las principales discotecas y zonas de fiesta en la piscina, lo que significa que no se oye mucho ruido por la noche. Además, para los veinteañeros como nosotros, podíamos volver andando fácilmente cuando estábamos borrachos a las 4 de la mañana todos los días. En resumen, Cavos Beach House fue un lugar precioso para unas vacaciones, y sin duda lo recomendamos a nuestros amigos (¡incluso podríamos volver a alojarnos allí si pudiéramos!). Una persona que volvió a cenar al apartamento incluso se maravilló de lo espacioso que era en comparación con los hoteles más concurridos. Este lugar debería merecer sin duda más estrellas, y se nota que los anfitriones se entregan en cuerpo y alma. ¡Gracias!