Usuario invitado
12 de marzo de 2025
Nos alojamos en el Turaco Ngorongoro Valley a principios de marzo y fue una experiencia fantástica. El personal fue amable y atento, las habitaciones eran espaciosas, bien equipadas y amplias, a la vez que acogedoras. El hotel está ubicado en un exuberante jardín que crea una auténtica sensación de santuario. Si a esto le sumamos la paz y la tranquilidad, este lugar realmente rejuvenece el cuerpo y el alma después de un duro día de safari. Si desea rejuvenecer aún más, visite el spa; Beatrice sabe cómo relajar las extremidades cansadas después de largos días recorriendo las rutas de safari; ¡tiene manos mágicas! La comida también estaba buenísima y cada noche nos ofrecían un menú de cinco platos con una excelente relación calidad-precio. En resumen, sin duda, un lugar que volvería y una base ideal para los destinos de safari de los alrededores.
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