ElviraD
18 de febrero de 2025
Nos recogieron rápidamente en el aeropuerto, a 15 minutos en coche. El hotel está lejos de la ciudad, solo para pasar la noche. Nos cambiaron la habitación estándar por una superior, aunque no lo pedimos. En recepción hablan chino, pero a través de un traductor se traduce todo al ruso. Hacía frío, el aire acondicionado no ayudaba mucho. En general estaba limpio, pero había un mechón de pelo colgando del cristal del baño y las toallas eran blancas como la nieve. La habitación tiene TV, tetera, gel de ducha, champú, zapatillas desechables y reutilizables, un extraño cacharro polvoriento donde se guardan los condones y un vibrador. El desayuno es escaso, aparentemente hay que venir temprano (nosotros llegamos a las 8 am): huevos, pan, gachas de arroz sin levadura, nada de sal por ningún lado, el resto es apenas comestible sin preparación. No había cafés cerca. El traslado de vuelta también se realiza sin problemas. No me dieron tapones para los oídos. Por la noche hay ruido, hay aviones volando.
Texto originalTraducción facilitada por Google