Usuario invitado
27 de febrero de 2023
Estuve alojada desde el 28/12/22 al 8/1/23 con mi marido y 2 hijos jóvenes. El hotel está muy bien ubicado para lo que es jeri, que no tiene mas de 15 cuadras en total, cerca del pequeñísimo centro y en la playa. Las habitaciones no son como muestran en las fotos. Son muy chicas y de medio pelo. A veces no las limpian por falta de personal (aunque me quejé varias veces). Te cobran las toallas para la playa (es poco, 2 reales, pero eso generalmente tiene que ser sin cargo). También te cobran el secador, los adaptadores, etc. Tiene restaurante con excelente comida, un poco cara pero buena. Abierto hasta las 19, Un show en vivo durante todo el día tooooodos los días, que aunque sea a volumen muy alto, no te guste o no lo quieras, te cobran 10 reales por persona. Hay que CHEQUEAR SIEMPRE LA CUENTA. El desayuno es pobre, pero puntual de 7 a 10 hs. Si llegas sobre la hora y pedís algo, te miran con mala cara y te atienden pésimo. En general, hay muy pocos extranjeros, es más para turismo interno brasileño. Hablan sólo portugués muy cerrado. No hacen el más mínimo esfuerzo por entenderte y hablar aunque sea portuñol y mucho menos inglés u otra idioma. La gente en general es muy seria. Correcta, pero con lo justo. La habitación no tiene placares, y era un tema con la ropa, que debía estar en el piso, dentro de la valija siendo la habitación tan pequeña, una incomodidad terrible: El baño y todo en general nunca estuvo lo suficientemente limpio. Le falta limpieza. Yo dejé una buena propina y una muy buena opinión en una encuesta para el único mozo que nos sonrió cuando nos atendió. No dije nada de la gente que nos trató mal para no perjudicarlos, en definitiva es su trabajo en un pueblo de pescadores. Estube 11 noches y la experiencia no fue mala. Rescaté todo lo lindo que viví en familia y la comodidad de la playa y del centro tan cerca. Eso es todo. No hay relación calidad-precio.