Barceló Montecastillo Golf

Bien todo

Tras llegar a la recepción del hotel,nos facilitan las tarjetas de acceso a la habitación y nos indican que nos hospedaremos en una villa superior a las habitaciones del hotel. Al llegar a la habitación sorpresa, una dejadez increíble todo sucio lleno de polvo y suciedad en general,muebles viejos aire acondicionado con más de 20 años, wifi inaccesible. Vamos al spa (aquí todo correcto y bien), al regresar a las habitaciones para ducharnos sorpresa, no sale agua caliente y nos indican que el termo tiene un tope de litros(nosotros aún no lo habíamos usado en ningún momento). OJO ; las villas las ofertan que son de 5 estrellas ....

Fuimos por primera vez en 2019 y repetimos cada año (y si es posible varias veces). Mi hija lo pide cada año como regalo de cumpleaños. El motivo principal es la atención que recibimos desde que entramos (destacar a Patricia, la chica de recepción, es estupenda y te informa de todo a la perfección. Me encanta llegar y que esté ella, te hace sentir que ya estás en casa y ya se ha convertido en imprescindible en cada una de nuestras estancias en Barceló ya que nos soluciona todo con eficiencia, saber hacer y con la mejor predisposición). La limpieza es excepcional (destacar a Vanesa que también nos ha tocado ella varias veces y cuida cada detalle en la habitación, muy amable, comprensiva y lo deja todo impoluto). El servicio de bar de la piscina es genial (destacar a Sergio, que además de darnos una atención excepcional recuerda cada detalle de nuestras anteriores estancias y nuestros gustos, siempre acierta. Él es otro de los que hacen que nos sintamos en casa siempre que estamos allí). Muy tranquilos en la piscina con César de socorrista ya que tenemos una peque y sabemos que está segura bajo su vigilancia además de ser muy agradable con toda la familia. La comida es la que más nos gusta de todos los hoteles que hemos probado, por calidad y por variedad. El servicio en las comidas es excelente, siempre atentos a lo que necesites (destacamos a López por su cercanía y saber estar, muy respetuoso y a la vez te hace sentir de la familia, se nota su veteranía atendiendo la sala. Destacamos también al pastelero que al saber que era mi cumpleaños me sorprendió con una tarta de cortesía bastante buena y bien decorada, no tengo palabras). Las instalaciones son espléndidas sólo superadas por la atención de sus trabajadores, por las vistas que tiene este hotel y por la sensación de paz que te genera. El sitio donde desconectas para volver a reconectar con el mundo a la vuelta. Y aunque todo nos parece maravilloso, lo que más nos gusta es volver y cada año encontrar a los mismos trabajadores que son, sin duda, los que hacen una estancia irrepetible y que llegues a casa pensando en la siguiente. Muchas gracias por todo. Nos vemos pronto, sois un equipo de primera.