Paradisus by Meliá Fuerteventura

Encantadas, vinimos a un viaje de relax y no podíamos salir más contentas, comida exquisita , instalaciones preciosas cuidadas al detalle y sobretodo un buen personal atento, tanto en bares, como en restaurantes, limpiadores/as y la gente de recepción y botones. Quisiéramos destacar el trabajo de Alberto, Adrián, Angelica, Brayan y José del bar ginger, por crear bebidas buenísimas y tratarnos genial desde el minuto uno. Destacar a Nancor, Rayco, Eva y Bruno del bar piscina que tuvieron un trato genial y atento en todo momento. Del restaurante Kanna destacar el trabajo de Guillermo y Angela aunque el trabajo de todos fue increíble ellos destacaron por su esfuerzo de que todo estuviera perfecto. Del restaurante Mascalzone el trabajo de Miguel y Angela fue exquisito, y destacar el trato que nos dio Darío tanto en el buffet como en el italiano fue un trato superior a nuestras expectativas. Agradecer al equipo de cocina por esos platos tan deliciosos!!!! No nos acordamos del botones que estuvo toda las mañanas y nos aconsejó super bien sobre todo, te damos las gracias ! Muchísimas gracias a todo el equipo de paradisus por el gran trato recibido. Volveremos!!

Un clásico de la playa de Sotavento, puesto que el hotel ha tenido varias reformas y esta última lo sitúa en el siglo XXI ,(la conexión a internet antes de la reforma era muy deficiente, con el atraso que eso supone hoy en día). A destacar: la amabilidad del personal, todos encantadores, muy profesionales y siempre dispuestos a ayudar, a conversar, a recomendar lugares de ocio... Imposible olvidarme de Javier, de Sandra, de Paula, de Aroa, de Ana, de Gustavo... y de Estefanía y Miguel, del restaurante Mascalzone, éste es un italiano de verdad más que recomendable, con platos deliciosos y una ubicación excelente, a elegir entre terraza o salón. Las habitaciones renovadas, ya hacía falta, sin bañeras inaccesibles, con todo lo que puedas necesitar: secador, plancha, distintas perchas para pantalones, faldas, vestidos... gel de baño, champú, acondicionador para el pelo, y algún que otro esencial como pueden ser algodones para desmaquillarse, y hasta esponja. El hall, aunque ha cambiado poco, también se ha modernizado con colores más actuales, grises, verdes... Una barra en la que te puedes tomar un sándwich o un postre, a la hora que quieras. La ubicación: la playa de Sotavento es preciosa, si tienes suerte y no tienes viento, puedes pasear hasta hartarte durante kilómetros, acompañado de aguas turquesas, arena blanca y cálida. La comida: ahora el hotel es Todo incluido, tiene varios restaurantes temáticos, para mí el mejor el italiano que ya he mencionado antes, y en el bufé de desayuno y de cena tienes una amplia variedad de todo tipo de comidas: desde quesos, embutidos, mariscos, carnes, pastas, pescados, arroces... hasta sushi, por no hablar de los postres que merecen mención aparte: una amplia variedad de repostería con una calidad más que destacable. Sin duda, el lugar perfecto para disfrutar de buena comida y de descanso y tranquilidad infinitos. ¡No se lo pierdan!

Un hotel excepcional: elegante y confortable donde cada detalle está cuidado para que la experiencia sea inolvidable. Sin duda, un lugar al que volvería. Desde la llegada en recepción destaca la atención de Paula , en el Ginger de Aroa , Mascalzone Miguel ; siempre pendiente a cada detalle , animación Aythami y Paula hacían cada clase única y amena , siempre con una sonrisa . En el restaurante Mahoh ,Gloria es la persona que le puso la guinda al lugar , una gran profesional , servicial y amable . Nacho responsable del punto otro profesional ejemplar: atento, cordial y con un nivel de servicio que marca la diferencia. Una experiencia impecable. Por último y no por ello menos importante Matías nos atendió tanto en Ginger como en Shak y se nota la pasión por lo que hace, es de esas personas que te hacen querer volver

Buen hotel en general , está recién reformado y todo es nuevo , lo cual también tiene sus contras , la ubicación es genial de lo mejor del mundo , los trabajadores excelentes , gimnasio cutre debería estar cerrado por peligroso,la comida quitando desayuno , muy aburrida toda igual , comida regular más bien pobre , bebidas buena calidad y animación muy pobre

A ver señores, que flipo leyendo tantas reseñas negativas. En primer lugar a ver cuanto han pagado todos esos que vinieron en apertura porque yo a finales de agosto he pagado un precio bastante adecuado para lo que estamos recibiendo. Es cierto que faltan cositas que el hotel no tiene spa todavía y el gymacio pues puedes ir al del innside que está al ladito del hotel. Hay partes en obras pero sinceramente estamos super contentos con los días que llevamos. El trato inmejorable y la comida muy muy buena. El servicio a veces algo lento pero nada desorbitado al final estamos de vacaciones y prisa tampoco tenemos. De momento estamos super contentos con todo y muy decepcionados con las opiniones poco compasivas de un hotel que no lleva abierto ni un mes y encima tienen muy buenos precios en esa época para ser un Paradisus. Aparte no podemos comparar el caribe con España porque ni los sueldos son los mismos ni los hoteles . Un 10 para llevar abierto un mes

Nuestra estancia en el Paradisus Fuerteventura fue a principios de septiembre de 2025 y, en general, la experiencia fue muy positiva, con algunos puntos a destacar. Lo primero que nos llamó la atención es que no recibimos ningún correo previo a la llegada para darnos la bienvenida o facilitar la organización de reservas en los restaurantes. De hecho, intentamos escribir antes y la respuesta fue que no era posible reservar con antelación. A nuestra llegada, todo el personal fue maravilloso, tanto en la recepción de The Reserve como en Guest Services. Mención especial para Almudena, nuestra destination concierge, que hizo todo lo posible para que la estancia resultara perfecta. También en el desayuno de The Reserve queremos destacar a Julio, Ángela y Rocío, siempre amables, sonrientes y profesionales. En ningún momento nos pidieron reseñas —como ocurre en otros hoteles—, lo cual refuerza la sensación de que su simpatía y atención son genuinas. Sin duda, junto con las vistas, el personal es lo mejor del hotel. En cuanto a las habitaciones, conviene tener cuidado con la elección: lo que aparece como “Océano Frontal” es en realidad bastante lateral y con vistas al parking. Para tener vistas realmente bonitas, hay que elegir la categoría Océano Frontal Horizonte. La zona de piscinas merece comentario aparte. La piscina lago de agua salada es preciosa y ahora está climatizada a 29 °C, lo cual es una gozada. Eso sí, como en el mar, el agua puede escocer en los ojos y resecar la piel si no te duchas después. La piscina de The Reserve, en cambio, resulta mucho menos atractiva: no se renovaron las teselas y no transmite un aire moderno ni exclusivo. Tiene camas balinesas, pero no llega a la nota premium que otros Paradisus consiguen. Una verdadera pena que no hayan construido una infinity pool en el solárium, lo que habría sido un auténtico punto diferencial. Respecto a la gastronomía, encontramos contrastes: • En MasCalzone disfrutamos de una cena perfecta. El servicio fue rápido, atento y con una sonrisa siempre. Estefanía es un auténtico encanto: cercana, simpática y con unas recomendaciones siempre acertadas. Una trabajadora excelente. • En Kanna, el restaurante de comidas, la atención fue muy rápida y la calidad de todo lo que probamos nos sorprendió para bien, especialmente teniendo en cuenta algunas reseñas previas que habíamos leído. • El desayuno de The Reserve fue excelente: ostras en el bufet y un desayuno a la carta buenísimo. Como en otros Paradisus, los únicos “pero” (aunque creo que importantes) son que el zumo de naranja es industrial, y el jamón dista mucho de ser ibérico. • En Mahos, la comida fue rica y el personal encantador, pero el ritmo algo lento. • En Shack, el concepto de comida rápida resulta atractivo, pero la organización fue la peor de todas. Tardaron más de una hora en servirnos desde que nos sentamos. Otro punto muy positivo es que el problema de los ascensores del antiguo hotel quedó completamente resuelto con la