Usuario invitado
23 de diciembre de 2022
Hasim es el dueño de este hermoso lugar. Las habitaciones están limpias, huelen bien, las cuidan con mimo. Fuimos al desierto y fue espectacular, haces un bonito safari con camellos, preparan una deliciosa cena en el fuego y te sientas alrededor a hablar con él y su equipo. Muy buena gente, con un corazón grande. A la vuelta nos permitieron (o casi obligaron 😂) a darnos una ducha aunque nuestro check out ya estaba finalizado, te ayudan con todo. La primera noche nos prepararon una cena con cordero, típica de aquí y fueron a por unos dulces. Son realmente increíbles. Ojalá pueda volver, aunque sea sólo por compartir con ellos un Masala Chai y una bonita conversación. En mi corazón queda esta estancia en Jaisalmer. 💜💜💜