Usuario invitado
25 de noviembre de 2022
Es un sitio muy bonito, con mucha historia, con jardines preciosos y decoración especial, pero ya está. No hace falta quedarse allí para verlo, se puede ir a tomar algo o a cenar y de esa forma conocerlo. Para mi gusto es anticuado, prefiero hoteles más modernos. La comida es normal, nada destacable, y tardan mucho en servir. El servicio bien, sin nada destacable. Y cobran el agua en el desayuno, lo que me pareció mal, cierto que me traen agua mineral pero es que tampoco ofrecen la de la casa, si es que la hay. Si puedes agua en el desayuno, te abren una botella de agua a mineral, nadie te avisa de que hay que pagarla y lo ves en el check out, me pareció un detalle muy feo. No te cobran los zumos pero sí el agua….me resulta incongruente. El hotel debe mejorar en servicio y detalles.