Residencia Albergue Jaca

Hotel cerca del centro de Jaca. Al reservar, nos informaron que la habitación estaría lista a partir de las 17:00, pero que era posible que estuviera disponible antes si llegábamos antes. Llegamos sobre las 12:00 y fuimos a recepción para preguntar a qué hora estaría disponible. La recepcionista nos dijo que volviéramos a las 15:00 para tener la habitación. De vuelta a las 15:00, esperamos frente al mostrador de cristal donde estaba sentada la persona que habíamos visto antes. Tras 20 minutos de espera, tuvimos que irnos, porque la recepción no abriría hasta las 17:00 y simplemente se negaron a abrirnos la puerta de la oficina... bueno, empezaba bien... Habitación sencilla, armario grande con estanterías y espacio para colgar. Ropa de cama decente. Baño espacioso. Las toallas olían mal desde el principio y no nos las cambiaron durante los 7 días de nuestra estancia. Cada uno tiene que hacer su cama. Limpieza muy superficial cada dos días: las pertenencias se trasladan y reorganizan de forma diferente, y todo lo que sobra se tira... Sin aislamiento térmico ni acústico. Era muy difícil dormir con el calor extremo (dejábamos las ventanas abiertas todas las noches). Una noche saltó la alarma de incendios y, tras mucha insistencia, el personal accedió vagamente a visitar el establecimiento para comprobarlo. Hay aparcamiento delante, pero todos los conocidos del hotel aparcan allí (cada coche en ángulo, en dos plazas) sin alojarse. Por lo tanto, los huéspedes no tienen espacio ni nada que decir. Las primeras plazas son más bajas y poco prácticas si se va cargado. Bastante decepcionante.