Usuario invitado
19 de septiembre de 2022
Hotel horrible. Habitaciones diminutas con paredes finísimas encima de un restaurante en una zona muy ruidosa de la ciudad. Primero, no reservamos este hotel; teníamos pensado alojarnos en el Palmera Old City Hotel, pero cancelaron nuestra reserva justo antes de llegar sin ningún motivo. De todos modos, lo comentaré más adelante. El Golden Sail está encima de un restaurante por el que hay que pasar para entrar y salir; por suerte, nunca está lleno, lo que dice mucho del restaurante. Nos alojamos en la segunda planta, que da a una escalera de caracol con escalones desnivelados. La habitación era diminuta, claramente la habitación económica. Tenía nevera y hervidor de agua, pero no tazas, vasos ni nada para beber. La cama no estaba hecha, solo una sábana pequeña doblada encima. Hay una ventana pequeña en la habitación con una farola justo afuera, pero sin cortinas, así que tuve que taparla con una toalla. La ducha tenía una forma extraña y una esquina muy afilada a la altura de la cabeza que me preocupó mucho. No había papelera en la habitación, así que tuvimos que tirar la basura en una esquina. Las paredes eran tan finas que oíamos cada paso por las escaleras y las conversaciones en la habitación contigua. Que alguien cante a la una de la madrugada no es un buen despertador. Quería mencionar el problema que tuvimos en el otro hotel, ya que estaba relacionado con nuestra estancia. Como ya he dicho, no teníamos previsto alojarnos aquí. Al llegar a Estambul, recibimos un mensaje en *********** diciendo que Palmera Old City intentaba cargar nuestra tarjeta y que había un problema. Habíamos elegido pagar al llegar, así que nos pareció raro. *********** nos dijo que teníamos dos horas para cargar otra tarjeta, teniendo en cuenta que era dos horas antes de la hora de entrada, que estábamos de viaje y que no teníamos internet. Finalmente encontramos internet en esas dos horas, cargamos otra tarjeta y volvimos a tener problemas. Nos dieron otras dos horas para cargar otra tarjeta, pero decidimos avisar al hotel de que ya estábamos en camino y que llegaríamos en una hora. Al llegar, nos dijeron que habíamos cedido la habitación. La reserva seguía activa en ***********, así que no había ninguna razón para cederla. Nos quedamos atónitos. Acabábamos de viajar 10 horas para llegar y nos dijeron que ya no teníamos habitación. Dijeron que, como era temporada alta, mucha gente reservaba y no se presentaba, así que perdían dinero, lo cual era una tontería, porque si no hubiéramos llegado, *********** nos habría quitado el dinero de todos modos; esa era la idea. Así que aquí es donde la cosa se pone un poco sospechosa. Dijeron: «Ah, pero tenemos otro hotel a la vuelta de la esquina, con una habitación mejor». Discutimos un rato con el hombre, pero era evidente que no iba a ceder, ya que tenían overbooking. Fuimos al otro hotel porque, ¿qué otra cosa podíamos hacer? En temporada alta en una gran ciudad, cualquier otro hotel sería un precio ridículo teniendo en cuenta que lo habíamos reservado con meses de antelación. El otro hotel estaba encima de un restaurante llamado Golden Sail Hotel Old City. No tenía la misma calidad, la habitación era diminuta y no tenía servicios. De todas formas, haré una reseña de este hotel por separado. En fin, dijeron que podíamos...
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