Usuario invitado
31 de enero de 2023
Destaco la amabilidad del personal y la tranquilidad. Nuestra habitación, daba al campo pero había una rejilla por la que se colaba un aire gélido y no se podía cerrar ni regular el flujo, a pesar de eso, la estancia no fue desagradable. Íbamos con los perros y era uno de los pocos hoteles que los aceptaban. La limpieza deja que desear. No hacen las camas a diario, las tapan sin siquiera sacudir las sábanas (lo sé porque me dejé unos calcetines dentro de ellas y a la noche siguiente, allí seguían) y no ponen el juego completo de toallas, solo las de baño. Desayuno copioso y de calidad. Calidad del sueño buena. Esta bastante cerca de Colmar pero sin coche no es tan recomendable (aunque hay un autobús a 5 minutos caminando del hotel).