Barry Vernon
4 de enero de 2025
Esta joya hotelera se encuentra en un lugar ideal para brillar. Recientemente renovado (por decir algo), este cómodo y elegante hotel, con magníficas habitaciones y amplios balcones con vistas al mar, es un oasis en la agreste belleza del entorno selvático y boscoso del norte de Okinawa.
El desayuno era excelente y se preparaba al momento… comida al vapor… ¡tan sabrosa!
La hospitalaria anfitriona es una joven que creó su visión, la cual le llevó "cien días" de arduo trabajo y perseverancia, de ahí su nombre.
Muy recomendable.
Texto originalTraducción facilitada por Google