Usuario invitado
14 de julio de 2024
La higiene es muy normal, las sábanas no se limpian bien y se nota mucho la suciedad histórica. Por no hablar de la vejez, no hay una máquina de café básica en la habitación. La actitud de los camareros es aceptable, pero el mayor inconveniente es el desayuno. Hay tanta gente cuando bajamos a las 8 en punto. La leche que pedimos no estaba disponible. Cuando le preguntamos al personal, dijeron que no estaba disponible. ¿No sabes cuántos invitados cenarán al día siguiente? Solo había agua caliente en la máquina de café, y todos los comensales hicieron fila para hacer gofres. A las 8:37 se guardaron el almíbar y el cereal (porque no había leche, y ni siquiera se permitía comer el cereal). No entiendo). Sólo había una tostadora y la cola era larga. Llevamos aquí casi una hora y aún no hemos terminado de comer. La experiencia fue terrible, no recomiendo este hotel.
Texto originalTraducción facilitada por Google