Arthotel Heidelberg

Por el hotel en sí y por supuesto por la ciudad, a mi esposa y a mi nos hubiera gustado quedarnos más tiempo. Nos hospedamos una sola noche entre el 24 y 25 de junio. Está muy bien ubicado a pocos pasos del centro, la recepción fue muy amable y atenta. Está abierta hasta las 23:00, después debes entrar por una puerta trasera, Reservamos una habitación que decía XL a una tarifa muy, muy buena. Y en verdad que era XL, bastante grande, con decoración minimalista, no solo con espacios bien diseñados sino también con detalles bien pensados, cosa que a muchos hoteles les falla, el jabón líquido por ejemplo, está contenido en grandes, fuertes y bonitos frascos de metal. El piso era de madera y la ventana gigante, me parece recordar que ocupaba completamente una de las 4 paredes. El desayuno estuvo bastante bien, además atendido por una amable señorita que hablaba español perfectamente por haber vivido en Paraguay, según nos dijo. La única falla, pequeña, es que el ama de llaves no recibió el mensaje de que éramos 2 huéspedes y preparó la habitación solo con una cosa de cada una de esas que suelen venir por pares, pantuflas para salir del baño por ejemplo, pero nada que empañe lo que fue una muy agradable estancia. La relación calidad precio nos pareció insuperable. A Alemania vamos todos los años, así que a este hotel seguro volveremos algún día.