Usuario invitado
26 de marzo de 2024
El hotel está en una casa antigua, presumiblemente de construcción española, con una renovación normal, a diferencia de las cercanas. Teníamos una habitación con dos camas y un sofá grande, que daba a la calle, un balcón y techos enormes de 5 metros de altura. Había un olor específico en la habitación, no está claro qué (como a humedad mezclada con aguas residuales), pero no. agudo, desapareció después de un día. El desayuno es sencillo, pero bastante bueno. Quesos, jamón, tostadas, fruta, zumos, bollería, café, té, leche, huevos revueltos. La zona es tranquila, cerca de la capital, pero, como en todas partes, los lugareños son muy ruidosos y gritan en la calle por la mañana. La habitación cuenta con aire acondicionado, ventilador, TV, caja fuerte, secador de pelo.
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