Apartamento amplio con wifi gratis y vista a la Plaza San Francisco

Nuestro apartamento no solo es un alojamiento: es una experiencia pensada para que te sientas a gusto desde el primer momento. Imagina comenzar el día abriendo una de las cinco puertas de balcón y dejando entrar la brisa del casco histórico mientras saboreas tu café. Desde aquí, no solo ves la ciudad… la vives. La Plaza de San Francisco de Asís, la Lonja del Comercio y la calle de los Oficios te saludan desde abajo. El dormitorio te ofrece más que descanso: es ese rincón donde por fin desconectas, sueñas sin interrupciones y despiertas con la luz filtrada entre cortinas suaves. El baño, amplio y privado, se convierte en tu propio spa diario: perfecto para darte un respiro después de un día caminando por La Habana Vieja. ¿Y si hoy prefieres quedarte en casa un rato más? La sala es amplia, luminosa, con techos altos y muebles elegidos para que te relajes, leas o compartas una copa de vino mirando el atardecer habanero desde el balcón. La cocina pequeña pero funcional tiene todo lo necesario para prepararte algo rico en cualquier momento: ya sea un desayuno ligero o una cena improvisada con productos frescos del mercado cercano. Comer en casa, a tu ritmo, sin depender de horarios. Y como sabemos que cada viaje tiene su propio reloj, nuestra recepción 24 horas está siempre lista para recibirte con una sonrisa, ayudarte con tus maletas y hacerte sentir en casa, llegues cuando llegues. Este apartamento es ideal si buscas un espacio independiente, cómodo y auténtico. Ya sea que vengas en pareja, solo o por trabajo, aquí tienes privacidad, ubicación y ese encanto imposible de imitar que solo un lugar con historia puede ofrecerte.