Iain Salter
7 de septiembre de 2024
Reservé una habitación de 3 noches durante una de las conferencias más grandes de Hamburgo. Por alguna razón, tanto el bar como el restaurante estaban cerrados. Nos lo indicaron al registrarnos, pero no nos dieron ninguna razón. Hay pocos restaurantes o tiendas pequeñas en las inmediaciones, aunque el metro está cerca y a solo unos minutos de las zonas más céntricas.
Las habitaciones no tienen aire acondicionado y hace muchísimo calor. Hay un ventilador oscilante, pero no hay suficientes enchufes para instalarlo sin tener que sacar el televisor o las lámparas de noche.
La instalación del cabezal de la ducha era precaria para no inundar el baño, ya que tendía a dispararse en una dirección determinada de forma muy determinada.
El hotel, aunque cuenta con más de 100 habitaciones en 7 plantas, solo tiene un ascensor pequeño (y muy lento), que también comparte con el servicio de limpieza. La hora del desayuno, en particular, implicaba mucha espera o el uso de escaleras.
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