Usuario invitado
12 de mayo de 2024
Empezando por las suites, eran muy buenas. Los dormitorios son grandes y cómodos. Cuentan con una buena iluminación (tanto por las ventanas como por las luces), las camas son bastante cómodas, la televisión es de buena calidad y están bien decoradas. Además, los armarios son grandes. Los baños son espacios y cómodos también. Lo único que por si acaso les pasa como a mí, no se asusten con el tapón del lavamos. Yo estaba acostumbrada a que para abrirlo hay que pulsar sobre el tapón pero este funciona con un pequeño dispositivo para abrirlo y cerrarlo situado detrás del grifo donde sale el agua. Lo comento para que no se queden un rato pensando con como abrirlo como a mí me pasó. La zona de cocina, comedor y salón está súper bien distribuída. Hay mucha loza. La terraza es bastante grande, tiene muchas sillas, una mesa grande, unos sillones cómodos acompañados de una mesita más pequeña e incluso dos tumbonas. Las vistas son muy buenas, se puede ver un atardecer muy bonito. Perfecto para pequeñas celebraciones a decir verdad. En cuanto a los restaurantes, el Tágara es el que más me ha gustado. La comida que sirven se nota que es fresca y no precocinada, además de que sirven buenas cantidades de comida. Sirven todo con una muy buena presentación. El servicio de los camareros es excelente, estoy especialmente agradecida con Bryan y Giulio. También agradecemos mucho el detalle que tuvo la cocinera de prepararnos una tarta para celebrar que era el cumpleaños de mi madre (que vino al hotel). Dejo una foto de la tarta adjunta. También he de mencionar que tuvieron un detalle muy bonito de regalarle un cava y un chocolate en la recepción por esto mismo. Sobre las piscinas, la piscina que hay al lado de el restaurante Tágara fue la que más me gustó. He de decir que ofrecen un servicio de transporte bastante cómodo también. Sobretodo con el conductor Fabián la atención fue súper agradable. Hay una playa a la que el trasporte te lleva que está super bien. La playa es de arena blanca y la verdad está súper limpia. En el agua se pueden apreciar incluso peces como viejas, sargos, salemas, fulas,... Por último, pero no menos importante tengo que recalcar lo agradable que fue el servicio. En la recepción nos encantó la atención de Vincenzo, un hombre muy agradable la verdad. Sin exagerar, el trato con el cliente era muy cercano y agradable, es la primera vez que me encuentro con un lugar en el que todos son tan amables. Por lo general, en otros lugares no te tratan de una forma tan cercana cómo aquí en los jardines de Abama. Sin duda alguna, volveremos.