A_Mon1111
26 de septiembre de 2024
Me sentí un poco decepcionada con el hotel. Quizás las espectativas eran demasiados altas y llevaba tiempo queriendo probarlo. Sin duda lo mejor es la piscina (aunque está muy próxima al paseo y se desvirtúa el efecto Infinity), los espacios comunes en el entorno de la plaza-fuente, la comodidad de la habitación y la amabilidad de parte del personal. Es de agradecer el trato tan profesional y amable de Emilio (recepción), así como de Mario y Miguel (Level). Son los perfiles profesionales que te esperas encontrar en un hotel de esta categoría. Sin embargo, nada destacable de forma positiva la atención de recepción del club Melia (junto a la recepción principal) donde las preguntas y los comentarios parecían molestar (en particular, nada agradable y muy ficticio nos pareció el trato de una Sra. con gafas). También nos gustaron más actividades diurnas y nocturnas si bien en las diurnas sería de agradecer algunas más generales para no depender de número de bicis o de equilibrio en tabla para poder divertirte un ratito. Muchas son las cosas negativas a comentar. De ahí la valoración. - Vista parcial del océano. Y tanto que muy parcial porque solo se veía entre un par de hojitas de palmeras. - Olores de comida por la piscina ppal. y espacios comunes de la fuente cuando daba un poquito el aire (lo cual nos sucedió el primer día completo). - Varios restaurantes cerrados. - Nos llegó aviso de disponibilidad de la habitación a las 15:30pm por mail!!! Ya es grave que la disponibilidad sea tan tardía y rozando el establecido por el hotel (teniendo en cuenta que están al 60-70% de capacidad y notándose tan vacío) como para que no tengan la gentileza de llamarte cuando la habitación este preparada y que tenga que ser el huésped el que llame o se desplace medio hotel para poder resolver el check in. -Elevadísimo precio de bebidas en plaza fuente. Una infusión 6€? -Como cliente Platinum tengo que decir que las ventajas no son dignas de una excelencia como esperas en este hotel. Más allá del trato en la recepción ya comentado, el cocktail de la tarde dura escasamente una hora y, en uno de los dos sitios donde lo ofrecen, ni siquiera está preparado a las 17pm sino que tienes que esperar a las 17:10-17:15pm con lo que el cocktail se queda en un corre corre. También esperaba el ofrecimiento de un check out tardío (aún más a la vista de la gran disponibilidad del hotel que estaba a medio gas) pero no fue así. Y el upgrade se limitó a una habitación con vista hiper parcial del oceàno donde se veían más palmeras, montañas, habitaciones frontales y techo del restaurante buffet que otra cosa. Sinceramente no es la excelencia que me esperaba y no repetiré. En Gran Canaria hay hoteles en Meloneras que le dan mil vueltas, incluso en la calidad de las comidas. Estoy segura de que en Tfe. también. Muy positivo: las vistas desde las zonas libres comunes son preciosas.