Habitaciones "Las Termas"

Hemos viajado mucho, igual menos desde que empezó el Covid, y ahora que reemprendemos nuestros viajes da mucho gusto tropezar con una persona tan atenta como Manolo, con una casa hotel tan magnífica como las Termas, edificio de 1490, impresionante y con una ciudad como Guadix que superó con creces todas nuestras expectativas. Manolo se desvivió por atendernos, nos explicó los avatares de la restauración del edificio, algo muy interesante para nosotros que estudiamos Arqueología, el edificio es un museo/joya viviente y muy acogedora y cómoda, hacía tiempo que no dormía tan bien. El patio tiene una acústica perfecta para conciertos de cámara, algo que comprobamos cuando el hijo de Manolo nos hizo una pequeña demostración. Es destacable la bodega, tesoro que esconde la casa y que se mantiene viva gracias a los vinos que realizan todos los años, un vino excepcional que ningún visitante se debe ir sin probarlo, hacer hueco para degustarlo ya que Guadix tiene más de un fin de semana para ser visitado. Me dio pena no ir con mis acuarelas porque hacer fotos ya me aburren y cuando estoy a gusto, relajado, me gusta echar una horita para realizar una pintura del lugar que quiero llevarme de recuerdo. Así que Manolo tendremos que volver. Chapó, un lujo que no nos esperábamos. Gracias por todo.

Situada a dos pasos de la catedral en una casa medieval, donde reside una familia muy sináptica y agradable; tuve una muy bonita experiencia. La casa preciosa, decorada con gusto y ofrece un gran confort a sus hospedes. También reina la tranquilidad y unos está ‘protegido’ de cualquier señal de móvil! Ideal para descansar! El dueño Manuel me hizo descubrir el rincon mágico de su casa haciéndome probar el vino que elabora en la bodega. Luego por la noche les invite a ofrecerles un pequeño ‘concierto’ con el piano de cola situado en el salón; son una familia de jóvenes músicos con los cuales me sentí muy a gusto. Evidentemente este lugar para mí es especial y alcanzó un sitio privilegiado en mi corazón.