No es una mala opción de alojamiento, sin embargo ya deja cosas que desear. Es nuestra segunda ocasión en el mismo (con un tiempo considerable de diferencia entre visita y vista) y claramente notamos que la calidad decayó en ese tiempo.
Las medidas por contigencia a la entrada son las normativas y las adecuadas, sin embargo de poco o nada sirven si al recibir uno su habitación la misma denota una clara falta de aseo general (ya no digamos de desinfección), es decir, nos encontramos cabellos en diferentes partes del cuarto y el baño, polvo en estanterías, etc y afortunadamente nos dimos cuenta de unos pedacitos de cristal rotos en plena regadera, para colmo el escusado no tenía un funcionamiento adecuado. Todo fue reportado en recepción y es justo decir que la atención al reclamo fue cordial y expedita, sin quejas en ese aspecto. Un detalle a notar relacionado a todo esto es el producto (o la cera) que usan para trapear el piso de las habitaciones, resulta incómodo pisar con calzado, resbal**** y sentir que está uno dejando muy sucio el piso con la suela y luego descalzo sentir el piso pegajoso y chicloso, quizá solo deban cambiar el producto y método de limpieza del piso.
La zona es bonita, tranquila y aunque no cuenta con estacionamiento en las instalaciones sino en la calle la verdad es que es muy seguro dejar el vehículo en la cuadra y alrededores ya que hay cámaras y gente que da rondines. Asi mismo la zona es buen punto entre lugares de la ciudad y cerca se encuentran muchos cafés, bares y restaurantes, creo que esa es su mejor carta.
El personal es amable, coridal y presto a apoyar, en eso mi reconocimiento, cero quejas.
En lo personal lo seguiría recomendando a reservas de que pulan esos detalles de calidad que están dejando escapar o definitivamente tienen que bajar un poco el precio de la ocupaciones para justificar el valor/calidad.
Fabuloso
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