Hostal Rural la Fuensanta

Hemos estado unos días mi hijo y yo, desde el día 9 de agosto al 14, esperábamos pasarlo bien como el año anterior pero no ha sido así. Hemos quitado un día a nuestra estancia. Llegamos y nos adjudicaron la habitación n⁰ 13 al entrar en ella el suelo quemaba, se lo comuniqué al propietario y no puso solución (así estuvimos todos los días de estancia) pusimos en marcha el aire acondicionado que no funcionaba demasiado bien, pero el suelo del aseo seguía igual. La wifi no funcionaba como el año anterior, se lo comenté al propietario y a los tres días vinieron unos informáticos y lo arreglaron. La piscina está bien, con mucho cloro. Solo nos quedamos a cenar y las cenas fueron bastante lentas y largas a base de fritos y asados con alguna verdura natural, entre plato y plato podía pasar más de media hora y no me queje hasta el sexto día, al hacerlo parecía que yo era el culpable y al comentar al propietario que iba a poner una reseña negativa, le saqué de sus casillas y me dijo con voz elevada que hiciera lo que quisiera, un momento después me envió varias veces a la mierda delante de las personas que habia cenando, que por suerte no eran muchas y que no le amenazase con la reseña. Ante su actitud pedí una hoja de reclamaciones, me dijo que si me daba igual me la daría al día siguiente (mañana) que estaba trabajando, con prepotencia y un total desprecio hacia mi persona como cliente, en vista de su actitud solicité la presencia de la guardia civil que acudió a los 10 minutos. Rellené la hoja y la Benemérita dialogó con los dos. Mañana abandonaré el hotel, sin problemas con el servicio, solo con su propietario que no supo encajar mi comentario, que esté año estaba peor en varias cosas. La relación calidad precio deja mucho que desear. Mientras que no hagáis un comentario negativo todo os irá bien. Si lo hacéis ya sabéis a qué exponeros. El lugar me gusta pero no creo que vuelva jamás ni lo aconsejaré.

El trato fue especialmente agradable. El dueño es un encanto. Las habitaciones limpias y la relación calidad/precio bastante buena. Sólo hubo un pequeño inconveniente y es que en alguna ocasión no había agua caliente, pero en cuanto lo comentábamos en recepción lo solucionaban rápido. El lugar es precioso y muy tranquo. Para desconectar del estrés de la ciudad. Repetiremos sin duda