Usuario invitado
25 de marzo de 2024
Gratamente sorprendido por este pequeño hotel ubicado en el centro de Guadalajara. La fachada es magnífica y la zona perfecta: monumentos, restaurantes, iglesias, institutos, tiendas... todo está cerca. Las habitaciones son bastante pequeñas, no hay problema para una sola persona, además, son estrechas... Pero la mía tenía una bonita ventana que daba a la calle (lo que me permitía seguir los desfiles de Semana Santa), y una bonita luminosidad. Por otro lado, aislan mal (tanto del ruido como de la temperatura). La cama es muy cómoda. Habría preferido un edredón, que me parece más higiénico que una manta y una colcha, pero las sábanas estaban limpias (aunque nunca las cambiaron en 6 días...). El baño es realmente pequeño, hay que apretar para ir al baño sin mencionar la ducha, pero está limpio y funcional. Se ofrecen jabón y champú, pero en bolsitas casi imposibles de abrir. Un pequeño armario te permite colgar algunas cosas. Televisor pequeño pero con opciones (solo en español). El wifi a veces es bastante lento. Personal discreto, hace el trabajo sin más. El desayuno está disponible pero es muy básico. Nada de fruta fresca ni compota, nada de huevos para cocer ni embutidos, nada de bollería... Todo es industrial (pan, jamón, yogur, mermeladas), pero eso ayuda. El adjetivo que domina es pequeño pero el precio también lo es y, francamente, después de una semana de estancia, los resultados son más que positivos.
Texto originalTraducción facilitada por Google