Usuario invitado
31 de enero de 2023
La situación del hotel es muy buena, en el Sacromonte, a 5 minutos del mirador de San Nicolás y del Paseo de los Tristes. Nos resultaron deliciosos los paseos por las callejuelas del Albaicín y por el Sacromonte, ya que tuvimos la suerte de tener buen tiempo y poder disfrutar de unas vistas estupendas de la Alhambra. La habitación era muy acogedora, con una decoración pintoresca pero sin resultar recargada, cálida y de buen gusto, costaba salir de allí por la mañana... La nuestra además, tenía acceso a la terraza, con lo que pudimos descansar de nuestros paseos disfrutando de un café a media tarde con vistas a la Alhambra. El sitio es encantador, pero no tanto como el anfitrión, Antonio, amable, cortés y cercano y que me prestó toda la ayuda necesaria para dar una gran sorpresa a mi pareja por su cumpleaños. Gracias por un fin de semana inolvidable!