Usuario invitado
29 de octubre de 2023
Total y absolutamente recomendable. La situación es excelente, está en una tranquila calle con un canal y bonitos sauces llorones pero tras girar un par de esquinas te encuentras en pleno bullicio del centro, junto al Castillo de los Condes de Flandes con bares, restaurantes, cafés... El hotel es moderno, cómodo, funcional (los baños nos han encantado), bien decorado, muy limpio y acogedor. Camas muy cómodas, aunque nos hubieran gustado unas almohadas más alargadas, las del hotel son cuadradas y te ponen dos por persona, esto no es una queja, simplemente nos gustan más alargadas. El personal merece atención aparte, han sido extremadamente amables con nosotros, simpáticos, pacientes y muy profesionales. Nos han ayudado con los trayectos de tranvías, sitios donde cenar, indicaciones y todo lo que nos ha hecho falta. No puedo opinar de la cocina porque reservamos sin desayuno incluido, pero nos tomamos una cerveza muy rica (¡estamos en Bélgica!) haciendo tiempo para volver. Parte del magnífico recuerdo que nos hemos traído de esta preciosa ciudad de Gante se debe a la elección que hicimos con este hotel tan peculiar, lleno de imágenes de Uderzo, Milo Manara, Morris...