LosAlvaros
6 de agosto de 2024
Pasamos las últimas 4 noches de nuestro viaje de 2 semanas en este hotel, que sin duda es el único que cumple los estándares 5* de todos los que nos alojamos en el país, una fantasía y un acierto para descansar. Nos dieron la room 4078 y a nuestros amigos los movieron amablemente a la 5083, en la parte central del edificio que te facilita las distancias a todas las instalaciones del hotel. Llegamos hacia las 15h y llama la atención un control de seguridad (estilo aeropuerto) en la entrada. Seguidamente al check-in de recepción y en unos minutos mientras nos registraban se acerca Francesca (dirección) a preguntarnos y darnos ella misma toda la info del hotel y ofrecernos reserva inmediata en los 3 restaurantes temáticos. Todo esto, en perfecto español que cuando estás a 10.000km de casa se agradece mucho. La habitación perfecta, 2 camas enormes con terraza y vistas a las piscinas y la playa. El baño también grande con ducha, bañera y wc separado. Mención especial la cantidad de toallas a disposición, nada que ver con el resto de hoteles. Una de las razones de elegir RIU fue la calidad de los buffet TI que hemos conocido en otros destinos. Los de este ya son de otro nivel en cantidad, calidad y FANTÁSTICA amplitud de horarios hasta las 22h (más incluso que los RIU de islas canarias ). La comida variada todos los días y con multitud de oferta mediterránea que únicamente hemos podido disfrutar en este hotel incluyendo aceite de oliva en todos los servicios (foto) y vinos por cierto, también importados de España. Además del restaurante buffet, existe un snack bar entre horas, el bar de la piscina y un pequeño espacio 24h que nosotros solo utilizamos para el transfer al aeropuerto que fue de madrugada. Como temáticos hay uno asiático, uno carnes y pescados al grill y el italiano que a nosotros nos pareció el mejor. Las piscinas se abren de 8 a 20h y en nuestra estancia el hotel estaría al 50% de ocupación por lo que nada masificadas y tumbonas de sobra. Aún así si querías alguna ubicación específica el personal te colocaba tumbona+sombrilla enseguida. Acceso directo a la playa de Ahungalla con atardeceres de postal eso sí, bandera roja casi todos los días. Nosotros nos bañamos en la orilla pero cuidado familias con niños. La animación nos encantó, llegamos un viernes y justo había white-party. Al día siguiente una representación de Grase, muy divertida. El lunes se celebraba el 8 aniversario del hotel con danzas y músicas tradicionales del país… Podríamos escribir mucho más pero acabamos con nuestro agradecimiento a todo el personal de este hotel. Estas personas son los verdaderos artífices para garantizar unas vacaciones de como las nuestras, amables, serviciales, cercanos y con una sonrisa perpetua en cada momento. A ellos y Julia y Francesca que cada día seguían atendiendo a tantos huéspedes como nosotros para asegurarse de recibir el mejor servicio en un hotel 5*. ¡GRACIAS!