viajeroatento
30 de diciembre de 2023
Lunuganga fue residencia de Geoffrey Bawa, arquitecto ceylanés representante del más alto nivel del llamado "modernismo tropical". En síntesis se trata de unos fabulosos jardines de trazado renacentista italianizante, rodeados de lagos y emplazados en medio de la jungla. Sin exagerar es una de las maravillas del mundo. La casa es ahora un hotel de la cadena Teardrop. Para los admiradores de Bawa y para todo el mundo sensible al paisajismo es emocionante poder alojarse en Lunuganga pero, dicho esto, el aspecto hotelero es más que decepcionante. Nos instalamos en el propio apartamento de Bawa y en su estudio. Todo se mantiene tal como lo dejó el arquitecto cuando murió, hace ya bastantes años. Como toda casa que no se cuida sus condiciones de habitabilidad se degradan. Los baños de la casa principal son insalubres, con bocas de ducha que son temibles cultivos. El precio llega a más de 800 euros por noche, a precio de Ritz. El servicio es propio de una guesthouse de las más simples. Estuvimos tres días comiendo y cenando en una mesa grande (al parecer la que usaba Bawa) y no cambiaron el triste mantel marrón que ya estaba manchado antes de nuestra llegada. Es un problema bastante generalizado el cobrar a los turistas a precios de París o de New York cuando los salarios que pagan a sus trabajadores son de miseria. Vale la pena realmente visitar el lugar pero no quedarse en él.