Usuario invitado
1 de noviembre de 2022
Hemos quedado encantados. Aparcamiento: hay unas cuantas plazas justo enfrente. También por la zona no hay problema en aparcar. Recepción: lo mejor es avisar (por teléfono o WhatsApp) de la hora aproximada de tu llegada. Te estarán esperando. La dueña es muy amable y se desvive por el huésped. La factura nos ha sido enviada unos minutos después al correo electrónico. Nos ha enseñado todos los puntos turísticos y nos ha dado los prospectos. Habitación: teniendo en cuenta que es una casa particular reformada, está de fábula. Todas son diferentes, con una decoración diferente. Se puede ver en su web. Nos tocó la Chardonne: preciosa, con pequeños detalles infinitos, decorada con mucho gusto. La cama es grande y cómoda con 2 almohadas para cada huésped. Tiene cafetera en la habitación. Daba a un pequeño patio del edificio de enfrente. No hemos tenido ruido y la ventana es hermética. El baño es grande y muy funcional. Pero lo mejor de todo que es impoluto, muy limpio. Tiene gel de ducha y el jabón a disposición. Desayuno: a la tercera planta en una cómoda habitación te sirven en una cestita pan y bollería recién hecha, fruta, mermelada o miel de la Rioja, jamón y queso, zumo recién exprimido, hay leche, tomate y aceite de oliva. ¡La gloria! El café y el agua son gratuitos. Wifi: gratuito y funcional. El pueblo está situado en un punto estratégico de la zona. A unos 15 minutos de Laguardia o Logroño o Ezcaray. 1h40min. de Bilbao o Burgos. Lo podemos recomendar con los ojos cerrados a todo aquel quien valora la dedicación, limpieza, amabilidad, comodidad y el "buen hacer" en un establecimiento de hostelería. ¡Muchas gracias por una excelente estancia!