Arena am Zoo

Encontramos la habitación muy sucia y con olor a tabaco. Debajo de la cama había colillas, en el suelo y en los muebles manchas pegajosas como de algún líquido, la puerta de la ducha no cerraba y se ve que se había desmontado y habían dejado allí mismo el trozo que había caído. Además, la calefacción no funcionaba y hacía mucho frío. Fuimos a recepción pero encontramos que ya estaba cerrada (eran aproximadamente las 18h), aunque según la página y el cartel de la puerta de recepción debería cerrar a las 20h. Llamamos al teléfono de urgencia y cuando conseguimos contactar nos dijeron que no podían hacer nada porque era fiesta (nochevieja) y que al día siguiente lo solucionarían. Por la mañana, después de haber pasado la noche congelados, fuimos a recepción y volvimos a explicar lo que había pasado porque nadie les había informado y dijeron que lo arreglarían todo. Además, en estos dos días hablamos con el personal de trip.com e intentaron ayudarnos. El hotel les dijo a ellos que también te arreglaria todo. Esa tarde, cuando volvimos, encontramos la habitación en las mismas condiciones, excepto que habían hecho la cama. La calefacción seguía sin funcionar, la barra de la ducha seguía en el suelo y las colillas debajo de la cama. Otra vez, incumpliendo los horarios del cartel, la recepción estaba cerrada así que volvimos a llamar al número que habían dejado, está vez sin poder obtener respuesta. A la mañana siguiente ya nos íbamos y repetimos a recepción todo lo que había pasado. Su solución fue que escribiéramos un correo explicando lo que había pasado. Lo enviamos y pedimos un reembolso (al menos parcial) pero no lo quieren hacer porque ya está todo arreglado, según ellos. Una vergüenza y una experiencia terrible, sobre todo por el frío.

Encontramos la habitación muy sucia y con olor a tabaco. Debajo de la cama había colillas, en el suelo y en los muebles manchas pegajosas como de algún líquido, la puerta de la ducha no cerraba y se ve que se había desmontado y habían dejado allí mismo el trozo que había caído. Además, la calefacción no funcionaba y hacía mucho frío. Fuimos a recepción pero encontramos que ya estaba cerrada (eran aproximadamente las 18h), aunque según la página y el cartel de la puerta de recepción debería cerrar a las 20h. Llamamos al teléfono de urgencia y cuando conseguimos contactar nos dijeron que no podían hacer nada porque era fiesta (nochevieja) y que al día siguiente lo solucionarían. Por la mañana, después de haber pasado la noche congelados, fuimos a recepción y volvimos a explicar lo que había pasado porque nadie les había informado y dijeron que lo arreglarían todo. Esa tarde, cuando volvimos, encontramos la habitación en las mismas condiciones, excepto que habían hecho la cama. La calefacción seguía sin funcionar, la barra de la ducha seguía en el suelo y las colillas debajo de la cama. Otra vez, incumpliendo los horarios del cartel, la recepción estaba cerrada así que volvimos a llamar al número que habían dejado, esta vez sin poder obtener respuesta. A la mañana siguiente ya nos íbamos y repetimos a recepción todo lo que había pasado. Su solución fue que escribiéramos un correo explicando lo que había pasado. Lo enviamos y pedimos un reembolso (al menos parcial) pero no lo quieren hacer porque ya está todo arreglado, según ellos. Una vergüenza y una experiencia terrible, sobre todo por el frío.

Esto no es un hotel, más bien una pensión de mala muerte (Absteige). No hay recepción, la tarjeta se obtiene mediante un cajero automático. Aunque haya un número de teléfono y dirección de correo, nadie atiende a las llamadas o los emails. La habitación estrecha, sin calefacción o AC, sucia (polvo en repisas y debajo de las camas). No hay desayuno. Lo único destacable estar cerca del zoo. Evitar si no tiene un precio bueno (menos de 50€ hab. doble).