Usuario invitado
18 de octubre de 2023
Exactamente lo que necesitaba: un hotel perfecto para desconectar y descansar, con vistas increíbles al mar desde todos los puntos, incluida la habitación. Fui sola durante 6 días entre dos viajes de trabajo y me vino de maravilla. El hotel cuenta con un spa abierto a todos los huéspedes con piscina interior, baño de vapor, duchas sensoriales y jacuzzi exterior con vistas al atardecer y una zona de relajación con vistas al mar. También con una piscina exterior muy grande y relajante con vistas al mar. Un bar cómodo abierto todo el día con dos terrazas y servicio en la piscina. Un restaurante con comida exquisita (y mucha). Yo tenía el régimen de media pensión y fue un acierto: cada día tenía desayuno tipo buffet con gran variedad dulce y salada y cena, que a diario consistía en un menú de 4 platos (entrante tipo buffet, primero y segundo a la carta y postres tipo buffet). Soy vegetariana y no tuve ningún problema ya que había muchas opciones y, cuando no, me ofrecían prepararme un plato especial. Los sábados hacen una cena especial tipo buffet con muchas opciones deliciosas y con música tradicional en vivo. Además, cada noche un pianista ameniza el ambiente. Me encantó la experiencia, y lo mejor del hotel es su personal, siempre atento y amable. Los maîtres, camareros y encargados de recepción se aprendieron mi nombre y charlaban atentamente con todo el mundo en diferentes idiomas. Todos tenían siempre una sonrisa y fueron un encanto. Lo único malo es que el wifi no funciona bien. Sin embargo, fue perfecto para desconectar y pasar menos tiempo con el móvil.