Usuario invitado
1 de mayo de 2024
Pasamos nuestro aniversario de boda en este lugar con encanto y no pudimos haber elegido mejor para combinar romance, ocio, relax y diversión. La hospitalidad de la estancia fue magnífica: Giovanni y Francesca en la recepción siempre atentos a todas las necesidades del cliente, el bartender Francesco sugirió y preparó agradables bebidas que alegraron aún más nuestros atardeceres disfrutados en las relajantes aguas termales de la piscina. adosado. Dos "golosinas" y dos auténticas delicias a destacar en el abundante y ya delicioso desayuno: la crema para untar de chocolate Lindt con dosificador, para rellenar croissants, crepes y pancakes o para abigarrar yogur, café o capuchinos; además, la miel en panal, más consistente e intensa, ¡un deleite abrumador para el paladar! Todos los espacios comunes son elegantes, cuidados en cada detalle y en perfecta armonía con el contexto. Nuestra habitación cuádruple era muy grande y cómoda, con dos ventanas con una vista impresionante del mar; la calidad y el mobiliario funcional transmitían serenidad y bienestar; Además, la eficiente limpieza diaria ciertamente demostró atención hacia nosotros, los huéspedes. La proximidad inmediata a la playa de Citara siempre nos invitaba a dar sugerentes paseos matutinos y a nadar en el mar cristalino de Ischia. Además, la proximidad de una pequeña plaza con diversos comercios característicos nos dio la oportunidad de ir de compras en familia. La sala de ocio con ping pong y futbolín permitió a los niños entretenerse mientras esperaban salir por la noche para ir a cenar entre las decenas de restaurantes/pizzerías acordes con la estructura. Misión cumplida: ¡aniversario felizmente inolvidable!
Texto originalTraducción facilitada por Google