Usuario invitado
4 de enero de 2025
Reservamos la cena el día 31 de Diciembre. La relación calidad precio fue espantosa: 135 euros sin barra libre, y del menú, lo único bueno era el diseño. El entrante era completamente insípido, tuvimos que pedir un aceite, sal y vinagre que nunca apareció. La ración de pescado era de la palma de una mano, y no olía nada bien -no pudimos terminarlo. Para culminar, la tarta era congelada de supermercado. Más allá de la comida, aún encima, la temperatura estaba altísima: solicitamos varias veces que pusieran el aire y se nos hizo caso omiso. Por suerte o por desgracia, no tuvimos que aguantarlo mucho tiempo - nos echaron a las 3 de la mañana. Una experiencia no solo para no repetir: para prevenir que no vaya nadie.