Usuario invitado
18 de septiembre de 2023
Es un hotel correcto, con buena relación calidad-precio. Muy bien situado, a un paso del centro histórico pero apartado del bullicio. Preciosa decoración de diseño típico de los años 60-70. Habitación con todo lo necesario y bastante amplia. El desayuno, aceptable, aunque llama la atención que no haya un simple zumo de naranja: todo son mezclas exóticas de "naranja con manzana y coco", "piña con melocotón" y cosas así. El personal de recepción, en general amable, aunque con una excepción de una persona concreta. Lo peor de todo, el aire acondicionado. Se supone que las habitaciones lo tienen, pero es más simbólico que real. No enfría nada, y eso es un problema en una ciudad con el grado de humedad de Ferrara. No era un problema exclusivo de mi habitación: todos los colegas que estaban en el hotel comentaban lo mismo. En resumen, una buena alternativa para alojarse en Ferrara si arreglan lo del aire acondicionado.