Posada Doña Urraca

Muy buena relación calidad-precio. Precioso. Personal muy amable. Buen desayuno. Buena carta para cenar y disfrutar de los manjares... aunque no barata. No me gustó la habitación abuhardillada, con solo un tragaluz como entrada de luz natural

Elegimos hacer una escapada romántica a Fermoselle, precisamente porque nos llegó publicidad de este hotelito con encanto. Desconocíamos la zona, y nos pareció interesante por si entorno paisajístico y el enoturismo. Sin embargo, tras intentar contactar con la Posada por varios medios, acabé buscando otro alojamiento por la falta de respuesta. Una vez allí, decidí darle otra oportunidad a su restaurante, porque una bodeguera nos lo recomendó como un lugar especial para parejas. Tras llamar para hacer reserva, y saltar su contestador, nadie nos llamó a posteriori para confirmar esa reserva. Luego coincidimos con unos huéspedes alojados allí, que nos contaron algo que a mí me sorprendió y no me habría gustado en su lugar ni una pizca. En fin, una pena porque creo que el alojamiento está en un edificio a las afueras del pueblo restaurado con mucho gusto. Creo, sin embargo, que deben cuidar la atención al cliente. Una lástima...

Un hotel muy aconsejable: limpio, de fácil acceso, excelente servicio y muy bien situado, perfecto para atacar los Arribes. El temporizador de luz en el baño un poco molesto, se activaba con el movimiento, pero en el servicio no siempre hay movimiento por lo que se apagaba . Por lo demás perfecto.