Hotel Restaurant Castellarnau

Hemos pasado 4 días en este hotel por recomendación de un conocido. El hotel es muy tranquilo e ideal para desconectar de una gran ciudad. Están muy bien conservados sus exteriores dando por la parte de atrás al río Noguera Pallaresa con zonas ajardinadas, con sillas y mesas, lo que lo hace ideal para relajarte, leer, etc... Dispone de parking gratuito y cargador para vehículos eléctricos. Tienen piscina bien conservada con tumbonas. Admiten mascotas, cosa que a mí no me gusta, pero seguro que a otras personas sí le es de interés. Las habitaciones estándar no son muy grandes pero dado que es un hotel de 3 estrellas son correctas. La limpieza de habitaciones está bien. Lo negativo. Cogimos pensión completa y el menú es repetitivo en el 80% de los platos ya que sólo cambian un plato (de los cuatro del menú) en cada comida. Es decir, de la comida a la cena, te cambian un plato, en el primero y otro en el segundo. Esto hace que siempre haya platos o comidas consolidadas que no suelen cambiar, por lo que de estar varios días, terminas repitiendo comidas. Mi recomendación es escoger media pensión y optar a comer fuera alguna comida o, a la carta en el mismo hotel. El horario de cena a las 21:00 h. lo considero tarde, debería empezar una hora antes para ir con la digestión hecha a dormir. Los desayunos son normalitos. Zumos (naranja y piña) que aunque están en depósitos dispensadores, se notan que no son naturales (cosa muy común en esta gama de hoteles). Pan de molde para tostadas, (no hay pan de pagés que es el ideal para tostadas, esto es un punto negativo). Hay embutido variado y pastas industriales. La fruta es escasa y poco variada. El servicio de mesa es bueno. Merece especial mención María, un chica joven andaluza muy atenta y agradable. Las toallas requieren un cambio muchas de ellas, están muy usadas. Volvería? Si, pero no a pensión completa.