Rubina Resort

Nos alojamos en bungalow extra confort. Todo limpio y en perfecto estado. La ducha espectacular, te puedes duchar tranquilamente, no se sale el agua y es enorme. Los trabajadores del camping un 10, agradables y simpáticos. Tuvimos un pequeño problema pero no por nada del camping, si no, con unos chicos jóvenes q hicieron mucho ruido. Enseguida tanto trabajadores como la encargada lo solucionaron. Encantados , lo recomiendo

Profunda insatisfacción respecto a una situación que viví recientemente en su establecimiento. Decidimos alojarnos en el Camping Rubina Resort, en gran parte porque aceptan mascotas, lo cual es un factor importante para nosotros, ya que viajamos con nuestro perro. Sin embargo, me sorprendió descubrir que, a pesar de aceptar mascotas, no cuentan con instalaciones adecuadas para ellas. No hay ninguna zona específica para que los perros puedan estar, ni siquiera una simple manguera con agua para poder refrescarlos. Esto me parece un grave descuido por parte del camping, considerando que las altas temperaturas y la falta de espacios designados pueden generar incomodidades tanto para las mascotas como para los demás huéspedes. El incidente que realmente me llevó a escribirles sucedió hoy en la zona del Mini Club para niños. Mi hija estaba jugando allí y, al no poder llevar a nuestro perro adentro, lo dejé afuera. Como no está acostumbrado a estar solo, comenzó a ladrar. En lugar de ofrecer una solución, el dueño del camping salió y le ordenó a un empleado que hiciera callar al perro, sin darme la oportunidad de explicar la situación o de buscar una alternativa. Este gesto, tan poco empático y hostil, refleja una actitud preocupante por parte de la administración del camping. Como cliente que ha escogido su establecimiento confiando en que sería un lugar acogedor tanto para mi familia como para nuestra mascota, me siento decepcionado por la falta de consideración y las pocas facilidades que ofrecen a quienes, como nosotros, viajamos con nuestros perros.

El camping está bien ubicado, los servicios limpios, las parcelas son muy espaciosas. Pero nos parece increíble que a día de hoy una persona celíaca no pueda comer nada de nada en ninguno de los dos restaurantes. Llegamos al cámping con la nevera vacía y uno de nosotros se quedó sin poder cenar nada más que una bolsa de patatas chips. El mini club es muy grande pero los niños en una semana se cansaron de ir porque solo hacen juego libre. Si quieren hacer manualidades como marcan en la planificación les dan el material y los dejan a su rollo, sin guía ni actividad en grupo. Acaban jugando con bloques de espuma todos los días.