Vila Gale Collection Elvas

Una estancia increíble, gracias en gran parte al detalle del subgerente Carlos. Siempre estuvo muy atento a nuestras peticiones. Nos hizo varias recomendaciones para visitar la ciudad. El hotel es encantador, es un antiguo convento. Habitaciones muy amplias y confortables¡ Volveremos pronto!

Excelente hotel, de lo mejor de hoteles 4* que he estado. Mismos precios que otros, pero estancias y habitación de elegancia superior. Es la selección alta de los hoteles Vila Galé. El jardin del claustro te relaja con el sonido de la fuente, buen lugar para leer un rato.

Entorno muy agradable y personal atento . Comidas y bebidas a precios asequibles. Estaban de obras pero no molestaba al cliente. Cuesta un poco llegar sin GPS... Volveremos en otra ocasión más en primavera

Hotel buen ubicado, lo mejor el parking aunque es de pago, instalaciones desgastadas, personal falto de empatía, no pidan la habitación con altillo es incomodisima y mas si estás de la próstata y tienes que utilizar el servicio que está en el bajo

Excelente hotel. Aconchegante, limpíssimo, toalhas e roupas de cama de excelente qualidade. Quarto espaçoso e confortável. Café da manhã muito saboroso. Destaque para o omelete completo (presunto, queijo, cogumelos e orégano). Viemos em família. Recomendo.

Pésima experiencia. Un hotel muy bonito arruinado por una mala gestión. Pedimos, nada más llegar, que nos gestionaran una reserva en el mejor restaurante de Elvas. No la hicieron, y nos enteramos al día siguiente, cuando preguntamos. Si no, ninguna información. Nos encontramos dos camas, a pesar de haber pedido una cama matrimonial. La experiencia en el restaurante, pésima. Para ver los vinos, es necesario buscar en el menú en español. Y el camarero nos afea que no hayamos mirado esa carta en lugar de en español. Incluso desagradable. Pequeños detalles que, a la larga, hacen desagradable la estancia en el hotel. No repetiría.

Por una cierta casualidad aterrizamos en Vila Gale - Elvas. El hotel nos ha encantado. Primeramente el privilegio de estar situado en el interior de esta maravillosa ciudad amurallada, Suponemos que la inversión realizada para convertir este antiguo convento en un estupendo hotel ha sido enorme, pero el resultado es espectacular. La recepción fue my agradable y profesional. Nos enseñaron el hotel y nos acompañaron a la habitación. La habitación era realmente amplia, aunque el cuarto de baño me pareció un tanto agobiante, El precio de la habitación nos pareció muy razonable. El único punto negativo de la estancia fue la cena. Pretendimos una cena ligera y nos encontramos una carta absurda. Quizás el tratarse de un domingo por la noche el equipo usual no estaba disponible y la carta - presentada en una tablet - era muy reducida - nos pareció muy básica y poco atractiva. Nos decantamos por una tabla de quesos totalmente banal y por unos 'hojaldres de bacalao dorado' donde no encontramos el hojaldre y sí una masa que no recordaba el excelente Bacalao Dourado que siempre hemos disfrutado en Portugal. Además encontramos al personal de sala algo despistado. Sin embargo el desayuno buffet del día siguiente fue muy bueno y acorde con la calidad de este hotel