Usuario invitado
31 de enero de 2023
Encantador hotel en las alturas! Todo en este hotel es recomendable; en primer lugar me parece un dato a destacar el comentar que como nuestro transporte no podía subir dado el camino, hasta el hotel, bajaron ellos mismos para poder recogernos tanto a nosotros como a nuestro equipaje, un gran detalle! Luego, la mayor sorpresa fue cuando descubrimos que (dado la situación actual) estábamos solos en el hotel y lo tenían todo listo para nosotros! La piscina, el restaurante, todo! Ni que decir tiene el gasto que eso conlleva y sin embargo estaba todo en perfectas condiciones! Además de que cuentan con un generador para poder solventar cualquier problema! Las vistas desde la piscina son increíbles e imprescindibles! Levantarse a desayunar escuchando los cánticos budistas mezclados con el canto de los pájaros no tiene precio!. La cena que realizamos allí estuvo genial, y merece una mención especial el vino, en el país es difícil de encontrar de calidad, ya que ellos no tienen costumbre de bebeo, y sin embargo en este hotel tienen vinos franceses y chilenos estupendos que en España encuentras mucho más caros, merece la pena aprovecharlo! No dudéis en ir!