Hotel l'Algadir del Delta

La tranquilidad en todo el hotel es total, la cama comodísima se puede dormir a pierna suelta, la sala de lectura es impresionante con luz natural, el menú degustación es memorable, aún asi y sobretodo,simpatica lo mejor es la gente cariñosa y eficaz .

En L'Algadir, el arte se alza en el plato, con pato y arroz, sabor que nos abraza, un festín que en su esencia es un gran retrato, de tradición y del gusto que nunca pasa. El servicio, cual abrazo en cada gesto, con amabilidad que nunca se olvida, te guía, te cuida, te lleva a lo nuestro, y cada detalle se vuelve en vida. La cocina brilla con magia y destreza, el pato, el arroz, joyas en el plato, y la sala, con su atención y belleza, te hace sentir como en tu propio trato. L'Algadir, es festín donde el paladar vuela, donde el pato y el arroz son de estrella

José María (julio 2023 y Septiembre 2024) Somos un matrimonio que el pasado año (2023) estuvimos 11 días alojados en el Hotel-Restaurante L’Algadir, visitando la zona y creo que fue la mejor elección que hicimos. Es un hotel pequeño de tres estrellas, pero he estado en hoteles de cuatro y este supera a algunos, es muy bonito y coquetón, que no le falta de nada, con su pequeña piscina y zona de hamacas, también dispone de gimnasio. Las habitaciones son amplias con todos los servicios, incluido minibar, el personal muy amables y encantadores, que te dan toda clase de explicaciones cuando preguntas por algún tema de la zona, sobre todo Joan Capilla, -gerente y chef del L’Algadir-, nos sentimos como en casa, salimos pero… que muy satisfechos. Es un hotel para recomendar encarecidamente si visitáis la zona del Delta de l’Ebre, además están comprometidos con el Medio Ambiente siendo el primer hotel en Catalunya en disponer del certificado Ecolabel. Con respecto al restaurante, que ya probamos el año pasado y que nos dijimos que si volvíamos por la zona, teníamos que repetir, porque es algo excepcional. Joan, el chef y gerente, vive y siente la cocina y te la hace sentir si hablas con él, amante de los productos de cercanía y muy respetuoso con la protección del medio ambiente. Pues a principios de Septiembre del 2024 hemos vuelto al restaurante L’Algadir ahora acompañados de nuestro hijo, nuera y nuestra nietecita de 8 meses, aprovechando la estancia de mi hijo y nuera, que estaban pasando unos días en la casa de los padres de ella, que tienen en La Rápita. El restaurante L’Algadir dispone de carta y de tres menús, uno de ellos es vegetal, y todos son del tipo degustación. Nosotros elegimos el menú “somos gastronomía”, porque no somos de mucho comer, y con la cantidad de platos que te sirven, aunque sea de poca cantidad, junto con el plato normal de arroz, te quedas lleno y el menú “del chef” todavía son más platos. Deciros que las personas que atienden la sala Olga y Jhordy (no me he equivocado así lo escribe) y que son los que te explican la composición de los platos y como se deben comer para que en boca se sientas todos los sabores, son la amabilidad personificada, siempre con una sonrisa en los labios, encantadores. Estaréis pensando si me he equivocado de restaurante pues parece que este escribiendo sobre un restaurante con estrella Michelin, pues no la tiene, quizás porque no la ha solicitado o no la quiere, porque por presentación de los platos, el cuidado de los detalles en la mesa, calidad de los productos, los sabores de los platos y el propio comedor, es como si la tuviera, no sé si una, o dos. Aunque tiene muchas certificaciones, incluida la de Michelin Pero mejor que no la tenga.. jajaja, porque seguramente los menús no tendría el precio asequible que ahora tienen, probablemente debería subirlos. Es evidente que todos no tenemos el mismo paladar y a unos nos gusta unos sabores y a otros no, pero os puedo decir que de todas

Encantador hotel para descubrir el paisaje del delta del Ebro. Cama confortable en un lugar muy tranquilo. El desayuno servido en la mesa es excelente, embutidos, bolleria, café buenisimo y zumo de naranja natural. En recepción informan muy bien sobre que hay que ver .

acudimos a comer al restaurante tenia buena pinta pero supero con creces las expectativa,servicio excelente,comedor perfecto y la comida insuperable,el arroz con espardenyas de 10 antes de empezar unos entrantes cortesia de la casa y al finalizar tambien detalle con los cafes

Hotel que en fotos es fabuloso, sin embargo no es tanto en realidad. Atención exquisita de recepción. El hotel está en un sitio donde a las 17 está todo cerrado. Solo queda abierto el hotel . Llegamos sobre las 22.30 y no tuvimos opción de tener nada de cena, ni poder comprar nada alrededor para poder tomar algo. La piscina es pequeñísima Y el gimnasio muy muy antiguo y oxidado. El hotel es muy bonito, tipo boutique, El desayuno se sirve en mesa (hotel pequeño, desayuno buffet ni tiene sentido) pero todo es de gran calidad, y aunque al principio parecen pequeñas las porciones y escaso, quedas absolutamente satisfecho. Productos de calidad Error mío no avisar de intolerancia al gluten. El delta del Ebro se visita fenomenal desde aquí, sin embargo los millones de mosquitos que, necesariamente y estando donde estamos se esperan, al final se hacen pedazos y desagradables. Pero esto es así.