Usuario invitado
27 de junio de 2024
El hotel está situado justo en la playa en la letra P, junto a la autopista, que también es la vía central de la ciudad. A los lados hay habitaciones, al final de las “patas” hay habitaciones con salida y vistas al mar, a nosotros nos visitaron en una de estas habitaciones (Nº 10). Inmediatamente al hacer el check-in vimos un cartel con opciones de tours, en la ciudad ofrecen cuatro tipos, elegimos los tours A y B desde el hotel, puedes llegar a Puerto Princesa (700 pesos por persona). No hay agua en la habitación, pero en el restaurante hay una hielera donde todos corren a llenar botellas, en la recepción venden agua a 100 pesos el 1,5 litros, cerca del mercado el agua se vende a 70 el 2 litros (en 7-11 en Manila la misma cantidad cuesta 46 pesos). La habitación tiene jabón, champú en bolsas, cepillos de dientes, pasta de dientes, se los proporcionan una vez al llegar, pero me durarán tres días, y ya llevo mi propio champú y acondicionador. La plomería estaba un poco vieja, el fregadero estaba roto en un lugar, pero en general no nos molestó. En lugar de una manta había una sábana, y por la noche me congelé un poco, luego comencé a dormir con una camiseta. Debo señalar que el último día descubrí picaduras en mí mismo; todavía no sé si había insectos en la almohada (pero entonces me habrían picado los tres días) o si me picó plancton en las aguas poco profundas. agua donde estuve sentado en el agua hasta la noche.
Desayuno de 7 a 10, arroz, huevos revueltos, tomates, dos tipos de carne, agua de pepino, tortitas, plátanos, café, té. No muy variado, pero la comida caliente era diferente cada día, comíamos hasta saciarnos, todo nos llenaba. La primera mañana salimos a tiempo y toda la comida ya estaba en pie, la segunda vez salimos a tiempo nuevamente, pero esperamos otros 15 minutos para comer, mientras el personal se reía tontamente en el edificio principal. La playa es poco profunda, 4 tumbonas y dos hamacas. Hay gente en la playa ya sea por la mañana o al final de la tarde, no hay prisa. El agua era poco profunda y llegaba hasta las boyas y hasta la rodilla. Por la noche la marea está baja y si miras fuera de la habitación, y estamos mirando el agua a cinco metros de distancia, no hay agua.
En general nos gustó el hotel y estaríamos encantados de volver. A derecha e izquierda hay hoteles que cuestan 20 mil la noche y no entiendo por qué pagan tanto.
Texto originalTraducción facilitada por Google