Ibersol Playa Dorada

Hotel con muchas faltas de mantenimiento. El restaurante con poca variedad y de no mucha calidad. La limpieza no es su fuerte. Habitación con faltas de mantenimiento y la limpieza justita. Los servicios generales del hotel no brillan por su estado y limpieza. Hotel en general anticuado y que necesita urgentemente una renovación.

Hemos pasado unos días de vacaciones en familia. La comida estaba muy bueno todo pero faltaba variedad era o un plata de pescado o un plato de carne, luego estaba el buffet de ensaladas y con eso nos arreglamos, todos los días había pasta que los niños es lo único que han comido, favor es que poco pero todo estaba muy bueno. Las habitaciones por amplitud bien, lo malo que han habido días que a las 4 de la tarde aún estaban sin hacer y pues claro si quería ir a descansar un rato antes de ir a la playa te tenías que esperar o irte sin echar la siesta. Luego teníamos todo incluido y una de las tardes un camarero italiano (lo digo por identificarlo de algún modo) fue muy desagradable y dejó a los niños y a los mayores sin merecer, ya que cerró el bar de la piscina y nos dijo que no había nada ni nadie para ayudarle a dar las meriendas, cuando anteriormente sólo había un chico sirviendo y no necesitaba ayuda. En fin que los niños no merendaron. Que conste que lo comunicamos en recepción para que mandarán a alguien pero aún así el señor cerró el chiringuito. El personal todos muy amables y atentos menos este señor que fue desagradable desde el primer día, y no lo digo yo sólo lo decía todo el mundo. Pese a todo lo hemos pasado bien y sobre todo hemos descansado un montón ya que las habitaciones son muy silenciosas. Un saludo.

Lo mejor el personal, atentos y amables. Lo peor los servicios que ofrece que son nulos: no hay apenas animación, no hay nevera en las habitaciones ni servicio de lavanderia. La comida poca variedad (lo que más hay patatas y pasta, ni un día hubo legumbres por ejemplo) y la fruta escasea. La piscina llena de gente al igual que las hamacas, y en los pasillos no hay aire acondicionado. Las habitaciones correctas al igual que la limpieza, aunque el baño es pequeño. Un día se fue la luz en nuestra planta y no volvió hasta las tres horas, y otro dia las toallas grandes nos las dieron por la tarde porque su lavandería no daba a basto.

De primeras debo decir que me esperaba un hotel mucho peor, por lo tanto cumplió con creces mis expectativas. Existen cosas a mejorar como los colchones, prohibido reservar las hamacas de la piscina, o alguna camarera que habla y les deja a los compañeros el trabajo. Respecto a lo bueno, la comida está muy bien, no es de gran elaboración, pero tienes un poco de todo, para un tres estrellas en julio está genial; la piscina es amplia y los chorros de agua para los niños es una gran idea; la limpieza perfecta salvo la terraza que no la limpiaron ningún día, tampoco es nada grave; el hotel está a unos cien metros de la playa y algo lejano del centro, pero en unos minutos te presentas en él; las habitaciones están compuestas de dos camas de matrimonio y en nuestro caso no era ruidosa. En resumen es un muy buen hotel para familias o desconectar unos días. Es posible que el verano que viene repita.

Fuimos en familia a pasar un fin de semana en Septiembre. Decir que la zona de juegos acuáticos para los niños está muy bien y la comida buena también pero la habitación en la que estuvimos, la 110, en el baño no había mampara, había una cortina, incomodísima para ducharte, se pegaba al cuerpo... Tampoco había secador y el aire acondicionado funcionaba regular... Tienen que mejorar estos aspectos de las habitaciones.

Hotel de 3 estrellas normalito con cosas a mejorar. La comida tiene poca variedad pero está buena siempre hay algo q te gusta. Las habitaciones y baño bien y limpio. El personal del hotel atento. No ha habido aglomeraciones importantes pese a ser más de agosto. La zona genial xq es una zona bastante me gusto que no se pudiera reservar las hamacas d la piscina así siempre hay libres. Los ascensores se queda corto y la animación flojita. Lo único a mejorar y urgente el olor del baño cerca de recepción. Por lo demás hemos estado agusto en este hotel xq es muy familiar y sobre todo turista nacional.

Para empezar teníamos reservadas dos habitaciones y pedí que fueran juntas y con vistas a la piscina y cual fue nuestra sorpresa que llegamos y nos dicen que teníamos una habitación en cada planta y con vistas a la montaña....había llamado en dos ocasiones para asegurarnos de la reserva y las condiciones y nos salen con eso. Por fin conseguimos que nos den las dos habitaciones en la misma planta aunque una sea con vistas a la montaña que más bien es la via del tren. Acompaño a mi madre a su habitación y sin llegar a abrir la puerta el olor a tabaco era insoportable y he sido fumadora pero ese olor parecía de un bar de copas cuando dejaban fumar. Cerré la habitación y baje a quejarme a lo que me dicen que lo sienten mucho pero que es lo que hay y no podían hacer nada.... por supuesto no iba a permitir que mi madre una mujer de 71 años y con problemas respiratorios se metiera en esa habitación y le dije que resolviera eso de alguna manera y de repente le dieron otra habitación y casualmente con vistas a la piscina y eso que era imposible según ella. Las colas para el comedor son vergonzosas, la gente haciendo fila para poder degustar la peor comida que he probado nunca y la variedad muy escasa, lo que más gracia nos hacía es que el jefe de cocina se pasea todo el rato mirando con orgullo la penosa comida que nos estábamos comiendo, la luz en el comedor es muy oscura, las botellas de agua las pagamos y no nos dejan llevárnosla si la tienes entera, te dicen que está prohibido. La piscina es muy pequeña para tanta gente y con el suelo estropeado, las hamacas las cogen y no las sueltan en todo el día, la animación nocturna la hacen dentro del bar en vez de al aire libre, la limpieza es escasa ya que no te cambian las sábanas en toda la estancia y las almohadas son un trozo de espuma toda rota y tamaño cuna, la moqueta del pasillo está muy sucia con los papeles que tira la gente y sin quitar en días y el colmo es que no te dejan ni papel higiénico, la habitación grande olía a alcantarilla..... El tema de los ascensores ya es para morir en el intento porque hay dos viejísimos y lentísimos y cuando toca la hora de las comidas no llegan nunca y te van parando por todas las plantas. Lo único bueno han sido las vistas que al estar en alto veíamos el mar. No se lo recomiendo a nadie ya que nos sentimos engañados y enfadados por perder nuestras vacaciones en ese sitio.