the Silk Road Dunhuang Hotel

El hotel es acogedor. En cada habitación se pueden lavar cinco prendas de forma gratuita, lo cual es una muy buena opción. Aunque los turistas no necesariamente los laven, te hacen sentir calor en el corazón. Cada vez que ves esto, te sientes como si estuvieras de nuevo en casa, en un hogar cálido. El restaurante también es muy cálido. No te obligarán a consumir y te ayudarán a tomar decisiones, como en casa. La camarera de la puerta es muy dedicada y nunca se irá sin verte conducir. Es muy conmovedor.

Nos recogió un coche de negocios en el aeropuerto. El camarero de la puerta fue muy amable y nos ayudó con el equipaje y lo entregó en la habitación. La vista desde la habitación era de la montaña Mingsha. Al ver que al niño le gustaban los peluches de camellos, le di dos peluches de camellos blancos. La habitación estaba cálida, limpia y ordenada, y se proporcionaba yogur. La habitación dispone de humidificador y baño de pies. La zona de entrada es amplia y el aparcamiento es cómodo. La variedad del desayuno es buena y el yogur es delicioso. Tanto los fideos con carne como la sopa de cordero son muy auténticos. Los niños pueden pintar piedras y postales de forma gratuita con profesores que les enseñarán. El restaurante del hotel sirve comidas durante todo el día hasta las 22h. La experiencia sigue siendo muy buena. Los detalles son muy buenos.

This was our second stay at this amazing hotel. It doesn’t get much better than this. The hotel has an incredible charm, friendly and helpful staff and the view from the breakfast terrace is stunning. Value for money is incredible at this place!

Very good location to enjoy the view of Ming Sha Shan together. Considerate service and very thoughtful facilities included. Better to stay here when planning to go to the Ming sha shan, 4 mins taxi from hotel to there. 10-15mins taxi to the city centre.

Very good location, and a super characteristic hotel. Best choice, very cute. Very good restaurant and Breakfast.

What a special place! Created to look like a desert fortress with beautiful hand-woven rugs hanging in the corridor and a gorgeous mural of the Silk Road in the reception area. The terrace restaurant was a superb place for breakfast with views of the Gobi sand dunes and starry skies at night. The breakfast was enormous, just fabulous, with both Chinese and Western choices. Freshly made noodle soup and omelets and waffles… pretty much anything you could want. Friendly staff, big, well appointed rooms, superior bathroom, everything was great. The location is a little ways from the center of town, but there is a bus across the street that will take you there for two yuan. And you can walk to the right from the hotel for fifteen minutes through a bazaar to a nature site. Loved it!