Castle Hotel

Reservamos una de las habitaciones-ático, y la verdad que muy a gusto. Cama grande y confortable, sofá, amplitud, armario con perchas y mesa, buen baño...en definitiva para repetir. La gente alojada, muy tranquila, en su mayoría gente ya de más edad o alguna familia. Tienen dos restaurantes: en uno buffet y en el otro puedes desayunar Irish Breakfast a la carta a diario. Lo único malo que no había ascensor en nuestro edificio (son varios) y teníamos que subir la maleta grande a mano. Y respecto al precio, bueno...viendo el resto de opciones en esa época del año, parece ser que es lo que hay.

Nos hemos alojado en el hotel en una habitación triple (tres camas individuales). Si bien el hotel se nota que tiene sus años, y en algunos elementos necesita una remodelacion, esta pega se suple de largo con la calidez y buen trato del personal, la decoración tradicional y la situación (a 10 minutos andando de Temple Bar). La habitación era amplia y el baño sí está remodelado. Puedes elegir entre dos desayunos, el típico irlandés y el continental. Tiene servicio de custodia de equipaje para el día de salida y de entrada (aunque nosotros llegamos a las 13.00 y ya pudimos acceder a la habitación aunque en teoría era a partir de las 15.00). Tiene muchos salones comunes para poder pasar un rato. El día que llegamos estaba el dueño en recepción y viendo como nos atendió, se entiende perfectamente lo agusto que hemos estado: amabilisimo. Las habitacion daba a la calle principal y el tráfico se escuchaba, pero el hotel es muy tranquilo. Hemos estado como en casa.