Irakli
10 de junio de 2024
Recientemente me alojé en The First Collection en Jumeirah Village Circle, un hotel Tribute Portfolio en Dubai. Si bien mi estadía no fue mala en general, encontré varios problemas que la hicieron un tanto confusa e incómoda en ocasiones.
Al registrarme, el miembro del personal me preguntó si hablaba ruso o inglés, pero desafortunadamente no podía comunicarse bien en ninguno de los dos idiomas. Esto hizo que las interacciones fueran un poco desafiantes y confusas. El conserje que me ayudó con mis maletas pareció quedarse en mi habitación, dando la impresión de que esperaba una propina, lo cual me resultó incómodo.
En mi segundo día, que resultó ser mi cumpleaños, el hotel tuvo la amabilidad de traer un pastel de cumpleaños y algunas frutas a mi habitación. Sin embargo, la presencia del conserje mientras entregaba estos artículos nuevamente creó una situación en la que parecía que se esperaba una propina, lo cual fue desagradable.
En cuanto a la limpieza, me decepcionó encontrar pelos largos en mi baño. Como propietario de un hotel (en un país diferente), me aseguro de que cada habitación y baño se limpien a fondo para evitar este tipo de problemas. Encontrar el cabello de alguien me hizo sentir que el baño no estaba bien limpio, lo cual era incómodo. Además, esperaba tener servicios básicos como cepillos de dientes en mi habitación, pero tuve que llamar al conserje para conseguirlos. Si bien esto es aceptable, creo que cuando se paga una prima por un servicio, todas las comodidades deben estar disponibles en la habitación.
El alojamiento en sí estaba bastante bien y cumplió con mis expectativas. Sin embargo, durante el proceso de pago, me encontré con otro problema. El personal me ayudó a pedir un taxi, pero cuando expresé mi preferencia por un servicio diferente, insistieron en que el suyo era mejor y empezaron a mirar mi teléfono. Esta invasión de mi privacidad fue muy incómoda.
En general, si bien el hotel ofreció una estadía cómoda, las barreras de comunicación, los problemas de limpieza, la presión percibida por las propinas, la falta de servicios básicos y la invasión de la privacidad durante el proceso de pago restaron valor a la experiencia.
Texto originalTraducción facilitada por Google