Donibanea

Este es un pequeño hotel que cuenta con 9 habitaciones en Pasajes. El lugar es precioso y está bien conectado con San Sebastián. El desayuno está muy bien y detalles con un croissant recién horneado para cada cliente es un plus: Samira es muy amable y servicial y te hace sentir como en casa. Altamente recomendado si apetece una escapada por esta zona. Si vienes en coche el parking más cercano está a unos 7 min caminando del hotel ya que en la calle principal no se permita circulación de vehículos

Un hotel con encanto en un sitio con encanto. Muy bien situado para conocer San Sebastián y el país vasco francés. Para visitar San Sebastián hay un autobús que te lleva hasta el mismo centro en 30 min. El personal del hotel super agradable. Único inconveniente que para acceder al hotel no se puede ir en coche y hay que caminar unos 10 min. Para mí no es un inconveniente puesto que esto añade tranquilidad al lugar pero para alguien con movilidad impedida puede ser un problema.

La puntuación baja se la doy por el incidente del segundo desayuno. La persona que estaba como responsable del hotel, que realiza varias labores dentro del mismo, estaba con gripe y no tenía ni mascarilla ni guantes y nos estaba sirviendo el desayuno y haciendo, por ejemplo el zumo de naranja tosiendo y sonandose la nariz, como si no hubiera un mañana. NO puede estar una persona con esa patología de cara al público, no es higiénico ni agradable para el que va a recibir lo que ella está elaborando. Dicho este apunte, el hotel para mí tiene buena valoración por el enclave. La recepción es multifunción sirve también para desayunos, saloncito. Nos "aconsejaron" pagar en el mismo momento del check -in así lo hicimos. Es raro que te pidan pagar toda la estadía en la llegada, pero como la persona que nos recepcionó, Samira, nos comentó que no estaría a nuestra salida ese es el motivo de pagar antes ¿?. Los desayunos son normales, pequeño buffet, zumo natural, café de cápsulas que no gustó. Las amenities se resumen en el gel de ducha y jabón de manos . No tiene parking, el más próximo público gratuito está a unos 10 minutos y en Marzo que lo visitamos, no sobraban sitios, luego a unos 12 minutos otro con las mismas características. Viéndolo de otra manera, dejar el coche a 10 minutos te daba la oportunidad de recorrer la atractiva calle principal. Las dos habitaciones que estaban ocupadas los días de nuestra estancia nos quedábamos solos la mayoría del tiempo y toda la noche. Al edificio entras con un código numérico de puerta. La habitación 202 tiene terraza con mobiliario desde donde apreciar el entorno. No tiene servicio de habitaciones ni máquina de vending. Si quieres tomarte algo en la habitación tienes que aprovisionarte antes, tienes varias tiendas cerca. Buena atención de Samira.