Margit P
8 de septiembre de 2024
El hotel quizás se note su antigüedad, pero lo compensa con un fantástico y enorme hall de entrada con un gran estanque con peces, cascada, etc., todo ello distribuido en dos plantas, y una cálida bienvenida, que crea inmediatamente una sensación de vacaciones. Las habitaciones son muy bonitas y grandes y espaciosas. Los baños disponen de bañera/ducha. Las camas eran muy cómodas. La ubicación es bastante buena, con conexión de tren delante de la casa, pero también bastante ruidosa (pero por eso se necesitan tapones para los oídos). Al bonito centro de la ciudad también se puede llegar fácilmente a pie. El desayuno es suficiente para saciarte, pero no hay extras. Pero el precio es inmejorable.
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