Usuario invitado
18 de julio de 2022
El hotel Dhiguveli es una buena opción para alojarte en Dhigurah. Esta muy cerca de la playa, es moderno y las habitaciones son acogedoras, con aire acondicionado, ventilador y un amplio baño. Los recepcionistas y especialmente los trabajadores del restaurante son muy amables. El restaurante está ubicado en la tercera planta y ofrece un desayuno muy completo y comidas y cenas con un horario un poco restringido pero con variedad de platos internacionales y locales a buen precio. Especial mención los platos de pasta. Sin embargo, el no obtener mejor puntuación es debido a las excursiones que se ofertan. La isla es muy bonita, con vegetación hasta la misma playa, y con un banco de arena espectacular en la parte sur, donde es imprescindible ver la puesta de sol. Pero el resto de la isla no tiene nada, con lo cual, si llueve o el mar está picado, hay pocas opciones. El snorkel en bikini beach no es bueno y el agua está turbia y con poca vida marina. Y en la parte contraria hay corriente y arrecifes con oleaje, y un trasiego importante de barcos, por lo que no es recomendable salvo en excursión organizada. El baño en esta zona no nos pareció tan espectacular como en otras de Maldivas. Las excursiones en cada hotel de Dhigurah están monopolizados por una compañía, en este caso por GoDivers. Las excursiones están programadas con antelación: un día snorkel con mantas, el otro arrecife con tortugas, el siguiente tiburón ballena..., sin posibilidad de cambio. Además debes hacer la reserva el día previo hasta las 9 de la noche, sin poder asegurar el tiempo que va a hacer, que es muy variable. Con lo cual si vienes a la isla con intención de ver al tiburón ballena (como era nuestro caso) y no lo consigues, no tienes opción hasta que vuelve a programarse la excursión 3 o 4 días más tarde. En nuestro caso no tuvimos suerte la primera vez. La excursión se realiza en un barco muy grande pero muy lento, que recorre toda la costa, y hay ojeadores en la parte de arriba. Después de pagar 75 dólares por persona (las tasas y el alquiler del equipo de snorkel van aparte), recorrimos la costa durante 3 horas. Prácticamente no dan información en ningún momento y hay pocos barcos, con lo que es como buscar una aguja en un pajar. Nos cruzamos con un grupo de delfines y ni nos avisaron, tuvimos que ser nosotros los que les pedimos que se acercaran. Otro día si conseguimos hacer snorkel con un pequeño grupo de mantas, y dedicamos una parte del tiempo a intentar encontrar el tiburón (solo íbamos nosotros y otra pareja que también estaba interesada), nuevamente sin éxito. La madre naturaleza, te dicen. Siempre nos quedará la duda de si podíamos haberlo conseguido con otra compañía. Por eso pedimos flexibilidad y libre mercado, para poder hacer la excursión con la compañía que decidas. En fin, abandonamos la isla después de 4 noches sin haber conseguido nuestro objetivo en el lugar del mundo que se vende como la isla del tiburón ballena.