Seaside Dhigurah

Nuestra experiencia en Seaside ha sido inolvidable, es un lugar precioso, impecable y lleno de detalles que hacen que la estancia sea especial. Riswaan, el propietario, es un joven encantador que resuelve todas tus dudas al instante, se preocupa porque te sientas bien en cada momento y siempre con una gran sonrisa. Sobre la habitación, un lujo asiático, ducha en el exterior, nevera, una cama comodísima, una decoración minimalista y agradable, un porche que invita a la relajación, servicio de café y té, botellas de agua gratuitas cada día, aire acondicionado muy agradable, limpieza diaria, toallas de playa, snorkel y aletas gratuitas, antimosquitos, en definitiva, todo lo necesario para una estancia perfecta. Nosotros cogimos la opción de media pensión y fue todo un acierto. Yo soy celiaca e hicieron todo lo posible por ofrecerme platos seguros y adaptados a mi situación, en los 13 días que estuve no me contaminé nunca y, para mí, eso no tiene precio. Además, tanto el desayuno como la cena son a la carta servidos en una terraza al aire libre donde disfrutar del ambiente relajado del hotel. Especial mención al Chef y Yaiis que siempre nos atendían con una sonrisa y siempre me traían mi “caramel cream”. Tienen también bicicletas gratuitas que vienen genial para ir al sandbank y moverse por el pueblo, a nosotros nos tocaron bicicletas nuevas. También contratamos las excursiones con ellos, nos acompañó Raju el hermano de Riswaan que toma vídeos muy chulos que luego comparte. Riswaan se portó muy bien con nosotros porque nos ofreció otra salida para ver el tiburón ballena. Además de las excursiones contratamos la cena romántica y fue de película, me emociono solo de acordarme. Se preocuparon de cada detalle y nos dejaron sin palabras. Uno de los mejores días de nuestra vida. La isla es un sueño y el color y la vida del agua son impresionantes. Nunca olvidaremos este viaje gracias Riswaan por hacer este sueño realidad. Our experience at Seaside has been unforgettable. It is a beautiful, immaculate place full of details that make the stay special. Riswaan, the owner, is a charming young man who resolves all your doubts instantly, ensures you feel good at all times, and always with a big smile. Regarding the room, it was Asian luxury: an outdoor shower, a fridge, an incredibly comfortable bed, minimalist and pleasant decoration, a porch that invites relaxation, coffee and tea service, free water bottles every day, very pleasant air conditioning, daily cleaning, beach towels, free snorkeling gear and fins, mosquito repellent—in short, everything you need for a perfect stay. We chose the half-board option, and it was a great decision. I have celiac disease, and they did everything possible to offer me safe and adapted dishes. In the 13 days I was there, I never got contaminated, and for me, that is priceless. Additionally, both breakfast and dinner are à la carte, served on an outdoor terrace where you can enjoy the hotel's relaxed atmosphere. Special men