Samuel
20 de mayo de 2025
Me alojé en Nomade Auberge con un amigo y su novia, y aunque la ubicación es ideal para practicar kitesurf, la experiencia en general fue, por desgracia, muy decepcionante.
Habíamos reservado dos bungalows: uno para la pareja y otro para mí, que viajaba sola, pero al llegar nos dijeron que el campamento tenía overbooking. Como resultado, nos trasladaron a otro campamento y tuvimos que compartir habitación los tres primeros días. Solo después de eso conseguimos los bungalows que habíamos reservado originalmente.
La comunicación con el hotel fue pésima. No respondieron a las llamadas, los correos electrónicos fueron vagos e inútiles, y no recibimos información sobre el traslado al aeropuerto con antelación. Solo nos recogieron después de preguntar en el aeropuerto, y luego nos cobraron 15 € por persona y trayecto, sin previo acuerdo ni información sobre el precio.
Durante nuestra estancia, alquilé equipo de kite y tuve serios problemas. Aunque solicité claramente un alquiler de día completo, me cobraron dos alquileres de medio día en dos días diferentes. Esto es particularmente frustrante porque la estructura de precios claramente favorece el alquiler por día completo (cuanto más tiempo, más barato), mientras que el precio por medio día es más caro si se reserva varias veces. Cuando lo comenté, simplemente me dijeron: "Esa es la política de nuestro hotel" y que no era posible discutirlo.
Además, los horarios de alquiler son estrictamente limitados. El equipo no está disponible antes de las 10:00 a. m. ni después de las 7:00 p. m., y durante la hora del almuerzo no se puede entregar ningún equipo, lo que significa que te ves obligado a tomar un descanso. Esto hace que la idea de un "alquiler por día completo" casi no tenga sentido: pagas por un día completo, pero solo se permite hacer kitesurf dentro de un período limitado.
Una experiencia extremadamente perturbadora ocurrió durante una excursión organizada por el hotel. Dos miembros del personal hicieron comentarios abiertamente antisemitas, diciendo que odiaban a los judíos, se declaraban fanáticos de Hitler e incluso hicieron el saludo nazi. Esto fue profundamente impactante y nos hizo sentir muy inseguros. Es absolutamente inaceptable y demuestra una grave falta de conciencia cultural y respeto.
Además de todo eso, los bungalows no tenían mosquiteras, no se limpiaron durante la estancia, la electricidad era limitada (se cortaba en mitad de la noche) y en uno de ellos incluso había un ratón. La higiene era deficiente y muchos tuvimos problemas estomacales durante toda la estancia. El wifi solo está disponible en la zona principal, no en los bungalows.
Este lugar tiene potencial gracias a su ubicación, pero a menos que haya una mejora significativa en la gestión, la comunicación, la limpieza y la decencia humana básica, no se lo recomendaría a nadie. Ojalá hubiera leído una reseña como esta antes de reservar.
Texto originalTraducción facilitada por Google