Usuario invitado
28 de noviembre de 2022
Pasamos cuatro noches en este hotel, en nuestro viaje por Perú. El edificio es precioso, una antigua casa colonial, con su patio interior y sus balconadas de madera. La decoración también es de estilo colonial. Para mi gusto, un poco recargada, pero a mi amiga, por ejemplo, le enamoró. Sobre gustos, no hay color. Las tres habitaciones que ocupó nuestro grupo, estaban ubicadas en la planta baja del edificio, por lo que resultó tremendamente cómodo. Buenas camas, almohadas cómodas y aunque sencillo, estaba todo muy limpio. El desayuno, estupendo y muy variado. Y el personal muy amable, especialmente el del comedor, con un trato estupendo. La única pega, si puede llamarse así, es que está en una cuesta, donde se hace difícil la subida, cargando con las maletas. Pero la ubicación es buenísima, ya que esta en pleno casco histórico y muy cerca de la plaza de Armas y la Catedral. Que decir de Cusco? Es una ciudad que enamora. Sus calles, iglesias, edificios.... Con un encanto colonial indescriptible. Y para mas inri, coincidimos allí con la fiesta de Halloween. El ambiente en la plaza, fantástico. Es un hotel muy recomendable para cualquier tipo de estancia.